13 Septiembre 2011
Antes de tomar cualquier decisión, el emprendedor debe explorar el ecosistema donde pretende desarrollar su proyecto, relacionarse efectivamente con estos actores y conocer los instrumentos disponibles, sugiere Luis Nantes, director EMPREAR. Así las cosas, debe encarar el proceso de creación de una nueva empresa, articulando adecuadamente la oportunidad de negocios detectada y validada con los recursos necesarios para capturarla a partir de la oferta de productos y/o servicios que satisfagan necesidades de clientes.
Todo ello transcurre en el marco de un contexto que comprende factores que influyen favoreciendo o inhibiendo la actividad emprendedora debido a aspectos propios de la persona (factores endógenos), como ajenos a ella (factores exógenos), indica Nantes. Entre estos últimos, además de cuestiones que tienen que ver con la situación macroeconómica, de mercado, la confianza institucional y la seguridad jurídica, hay otras específicas para el mundo emprendedor que se relacionan con la cultura y entorno e influyen positiva o negativamente en el impulso a emprender de una persona. Entre los factores exógenos, Nantes menciona el llamado Ecosistema Emprendedor, que incluye Centros de Formación Emprendedora (basados en universidades y otros centros de conocimiento); Incubadoras de Empresas (que proporcionan espacio físico, tutoría o "networking de negocios"); ONG cuya misión es atender la problemática del desarrollo emprendedor del país o una región en particular; Inversores Ángeles y Fondos de Capital de Riesgo.
La educación emprendedora busca formar personas en competencias que les permitan ser protagonistas de sus propias vidas y liderar el desarrollo de sus comunidades aprovechando oportunidades o creándolas, apuesta a la generación de valor, siendo empresario o empleados, define Eduardo Ricobelli, uno de los organizadores de Tucumán Emprende. Los empleados también deben tener miradas emprendedoras ya que las organizaciones requieren cada vez mas de personas pro activa, apunta el director de Relaciones Institucionales de la UNSTA.
Todo ello transcurre en el marco de un contexto que comprende factores que influyen favoreciendo o inhibiendo la actividad emprendedora debido a aspectos propios de la persona (factores endógenos), como ajenos a ella (factores exógenos), indica Nantes. Entre estos últimos, además de cuestiones que tienen que ver con la situación macroeconómica, de mercado, la confianza institucional y la seguridad jurídica, hay otras específicas para el mundo emprendedor que se relacionan con la cultura y entorno e influyen positiva o negativamente en el impulso a emprender de una persona. Entre los factores exógenos, Nantes menciona el llamado Ecosistema Emprendedor, que incluye Centros de Formación Emprendedora (basados en universidades y otros centros de conocimiento); Incubadoras de Empresas (que proporcionan espacio físico, tutoría o "networking de negocios"); ONG cuya misión es atender la problemática del desarrollo emprendedor del país o una región en particular; Inversores Ángeles y Fondos de Capital de Riesgo.
La educación emprendedora busca formar personas en competencias que les permitan ser protagonistas de sus propias vidas y liderar el desarrollo de sus comunidades aprovechando oportunidades o creándolas, apuesta a la generación de valor, siendo empresario o empleados, define Eduardo Ricobelli, uno de los organizadores de Tucumán Emprende. Los empleados también deben tener miradas emprendedoras ya que las organizaciones requieren cada vez mas de personas pro activa, apunta el director de Relaciones Institucionales de la UNSTA.
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