Le amputaron una pierna al guardiacárcel que habría baleado Acevedo

Le amputaron una pierna al guardiacárcel que habría baleado Acevedo

El agente que acusa a "Jazo" fue intervenido anoche. Había perdido mucha sangre.

29 Junio 2011
El último Día del Padre cambió para siempre la vida de Daniel Albornoz, el guardiacárcel de 35 años, que esa noche iba a cumplir con su turno de trabajo. Cuando pasaba por un negocio ubicado en Venezuela 1.198, en esta capital, dentro de éste se encontraban dos delincuentes que se aprestaban a desvalijarlo. Al ver a Albornoz, los hombres no dudaron. Lo atacaron y en medio del forcejeo, el policía recibió un disparo a quemarropa en su pierna derecha y fuertes golpes en la cabeza. Después, los delincuentes huyeron a bordo de un auto.

Albornoz fue llevado, en primer lugar, al Centro de Salud, en donde recibió las primeras curaciones que le salvaron la vida, puesto que había perdido mucha sangre, al recibir el disparo en una de sus arterias. "Me informaron que el proyectil usado era de punta hueca, por lo que al ingresar causó mucho daño. Por suerte, los médicos actuaron con urgencia y lograron que se recuperara", contó a LA GACETA Viviana Flores, la esposa del agente.

Sin embargo, debido a la gravedad de las heridas, fue trasladado a un sanatorio céntrico, en donde, pese a los esfuerzos de los profesionales, anoche le amputaron la pierna. "Mi esposo ya lo sabe, aún no pude verlo porque está en terapia, pero los médicos me dijeron que está de buen ánimo porque sabíamos que eso podía ocurrir, lo habíamos hablado", contó la mujer.

El hermano de Albornoz le dijo a la Policía que él reconoció a los agresores. Según declaró, el autor del disparo habría sido Jorge "Jazo" Acevedo. El otro agresor sería un tal "Geniol", de acuerdo con testimonios de vecinos de Venezuela al 1.100. Además, el personal del Área Investigativa de la Seccional 6ª, al mando del oficial Sergio Suárez, piensa -con base en informaciones recolectadas en el lugar- que tuvieron que ver en el hecho tres sujetos apodados "Choclo", "Luigi" y "Sabandija". LA GACETA ©

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