18 Mayo 2011
MADRID.- "No somos marionetas en manos de políticos y banqueros". Bajo ese lema, los españoles indignados por la crisis económica y la gestión que de ella se está haciendo levantan la voz: dicen que están hartos de los grandes partidos, que no creen en sus referentes y que están enfadados.
Todo ocurre a muy pocos días de las elecciones municipales y autonómicas del domingo, en las que las encuestas pronostican un descalabro del Partido Socialista (PSOE) del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y el crecimiento del Partido Popular (PP).
"Es la primera vez que la izquierda, fuera de los grandes partidos y de los sindicatos y sin su apoyo, con una organización espontánea, sale a la calle a escenificar la quiebra del modelo", sostuvo Ramón Espinar, un estudiante de 25 años que participa en las protestas. La mayoría de quienes están en ellas son jóvenes; estudiantes universitarios que no ven un futuro; desempleados (hay casi cinco millones en España); trabajadores con sueldos bajos; jubilados, y algunos antisistema.
El pasado domingo, unas 20.000 personas recorrieron Madrid exigiendo un cambio político, social y económico y protestando contra los recortes del gasto social, en una marcha que culminó con disturbios y 19 detenidos. Fueron convocadas a través de redes sociales por el colectivo Democracia real ya, que no pide el voto para ningún partido ni llama a la abstención, sino que pide que "la actual situación cambie". También hubo manifestaciones en Barcelona (con acampes en la plaza Cataluña), Bilbao, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Granada, entre otras ciudades.
El kilómetro cero de España, en la popular Puerta del Sol, unos 200 manifestantes acamparon hasta ayer, cuando fueron desalojados por las fuerzas de seguridad. Sin embargo, advirtieron que volverán a tratar de instalarse hasta el día de los comicios. "Las acciones continuarán. Esta movilización ha sido el principio de una serie a largo plazo. Creemos que es posible una sociedad más justa. Y vamos a demostrarlo", se anunció desde esa organización plural.
Las consignas sacudieron el escenario electoral. El titular del PP, Mariano Rajoy, sostuvo: "lo fácil es descalificar a la política y a los políticos, se sabe que hay gente que no cumple con sus obligaciones". Rodríguez Zapatero, consciente de que muchos movilizados simpatizaron antes con el PSOE, pidió que se escuche a esta expresión democrática, y destacó que se repite en varios países europeos. En cambio, Izquierda Unida se acercó al denominado "movimiento de los indignados": su coordinador general, Cayo Lara, participó de la movilización en Madrid. (DPA)
Todo ocurre a muy pocos días de las elecciones municipales y autonómicas del domingo, en las que las encuestas pronostican un descalabro del Partido Socialista (PSOE) del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y el crecimiento del Partido Popular (PP).
"Es la primera vez que la izquierda, fuera de los grandes partidos y de los sindicatos y sin su apoyo, con una organización espontánea, sale a la calle a escenificar la quiebra del modelo", sostuvo Ramón Espinar, un estudiante de 25 años que participa en las protestas. La mayoría de quienes están en ellas son jóvenes; estudiantes universitarios que no ven un futuro; desempleados (hay casi cinco millones en España); trabajadores con sueldos bajos; jubilados, y algunos antisistema.
El pasado domingo, unas 20.000 personas recorrieron Madrid exigiendo un cambio político, social y económico y protestando contra los recortes del gasto social, en una marcha que culminó con disturbios y 19 detenidos. Fueron convocadas a través de redes sociales por el colectivo Democracia real ya, que no pide el voto para ningún partido ni llama a la abstención, sino que pide que "la actual situación cambie". También hubo manifestaciones en Barcelona (con acampes en la plaza Cataluña), Bilbao, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Granada, entre otras ciudades.
El kilómetro cero de España, en la popular Puerta del Sol, unos 200 manifestantes acamparon hasta ayer, cuando fueron desalojados por las fuerzas de seguridad. Sin embargo, advirtieron que volverán a tratar de instalarse hasta el día de los comicios. "Las acciones continuarán. Esta movilización ha sido el principio de una serie a largo plazo. Creemos que es posible una sociedad más justa. Y vamos a demostrarlo", se anunció desde esa organización plural.
Las consignas sacudieron el escenario electoral. El titular del PP, Mariano Rajoy, sostuvo: "lo fácil es descalificar a la política y a los políticos, se sabe que hay gente que no cumple con sus obligaciones". Rodríguez Zapatero, consciente de que muchos movilizados simpatizaron antes con el PSOE, pidió que se escuche a esta expresión democrática, y destacó que se repite en varios países europeos. En cambio, Izquierda Unida se acercó al denominado "movimiento de los indignados": su coordinador general, Cayo Lara, participó de la movilización en Madrid. (DPA)
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