Enfrenta un legado de amor y odio en su país

Enfrenta un legado de amor y odio en su país

Una defensora de su herencia política

LA HEREDERA. Keiko no reniega de la historia política de su padre. REUTERS LA HEREDERA. Keiko no reniega de la historia política de su padre. REUTERS
10 Abril 2011
LIMA.- Llega a una reñida elección con un legado que despierta tanto amor como odio en Perú, sin embargo, Keiko Fujimori confía en que se sentará en el sillón presidencial ocupado hace una década por su padre. Además, busca convertirse en la primera mujer que dirija las riendas de Perú. Es vista como la aspirante más probable a disputar una segunda vuelta electoral el 5 de junio con el favorito, el nacionalista Ollanta Humala. Pero no debe bajar la guardia porque le siguen muy de cerca el ex presidente Alejandro Toledo y el ex ministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski. Si es elegida, la legisladora de 35 años tendrá que liderar uno de los países que más crece en el mundo y buscará repetir los aciertos y a la vez evitar los errores de su padre, el ex presidente peruano Alberto Fujimori, actualmente preso por delitos de lesa humanidad. Aunque es de actuar y hablar pausado, desde joven ha debido defender con uñas y dientes esa herencia política.

Muchos agradecen a Fujimori el haber combatido a las guerrillas izquierdistas que asolaron a Perú en las décadas de 1980 y 1990, al igual que una profunda crisis económica. Al mismo tiempo, otros no perdonan los abusos a los derechos humanos cometidos durante su Gobierno ni su renuncia vía fax desde Japón cuando se vio acorralado por el peor escándalo de corrupción en la historia peruana.

Pese a los pasivos dejados por el Gobierno de su padre, la legisladora suele evocar en los mítines su sangre "fujimorista". Algunos dicen que su padre será quien gobierne en la sombra si su hija gana la presidencia. Sin embargo, ella ratifica que tomará sus propias decisiones. (Reuters)

Comentarios