06 Abril 2011 Seguir en 
TRÁNSITO CORTADO. Personal del hospital Centro de Salud cortó ayer, pasadas las 11, el acceso principal al edificio. LA GACETA / FOTOS DE ANALIA JARAMILLO
El cartel tiene las letras casi borradas, lo cual es marca de edad y de uso. Apenas se lee "Hospital Centro de Salud", escrito en verde, y "Lucha por la dignidad de los trabajadores", en azul, sumando identidad y consigna en una misma pancarta. Luego de varios meses, volvió a ser desplegada ayer para cortar la avenida Avellaneda al 700, en una nueva jornada de protesta de los profesionales de la salud autoconvocados en reclamo de un aumento salarial.
"Volveremos, volveremos/volveremos otra vez/volveremos a la carpa/como la primera vez", fue el cántico más escuchado por los manifestantes, trayendo a la memoria la larga lucha del sector durante 2010 que tuvo su pico máximo con la instalación de un gacebo en la plaza Independencia. Los objetivos de entonces eran lograr mejores condiciones de trabajo, más sueldo y el reconocimiento como interlocutores por parte del Gobierno, como se concretó este año en la negociación paritaria. Sin embargo, el resultado fue insuficiente y se reanudaron las manifestaciones para obtener mejoras de haberes.
La dinámica implementada por el Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas) hace que cada nosocomio decida en asamblea la medida de fuerza a aplicar (ver "Diversas estrategias"). Así, el Centro de Salud mantendrá para hoy el quite de colaboración sin atención de consultorios externos ni cirugías programadas, pero no saldrán a la calle con sus protestas, mientras que mañana se realizará un nuevo corte de tránsito, que será resuelto en plenaria.
Por esta decisión, sólo está garantizada la guardia de emergencia, las cirugías de urgencia y el tratamiento de pacientes oncológicos en turnos ya previstos.
Tiempo indeterminado
La misma metodología de protesta se implementa en el hospital de Niños, donde ayer una numerosa asamblea resolvió que el quite de colaboración se mantenga por tiempo indeterminado. Aparte de las excepciones por urgencias antes mencionadas, hay algunos consultorios abiertos, ya que sus médicos responden a sindicatos que acordaron con el Gobierno el aumento salarial (la Asociación de Médicos Empleados y el Sindicato Único de Médicos Argentinos). Precisamente, una de las mociones fue que se publiquen los nombres de los profesionales que no integran el Sitas y que deberían estar atendiendo a los pacientes.
Los asambleístas del hospital pediátrico resolvieron además profundizar sus reclamos con un paro informático inmediato. De este modo, cortarán el circuito de información estadística al Siprosa sobre la cantidad de pacientes, sus patologías, su evolución y si poseen o no obra social a la cual cobrarles el tratamiento, entre muchas otras consecuencias.
Durante el debate se analizó también la realización de un paro total de actividades para evitar descargar en los médicos de consultorio el peso mayor de las protestas (se abarcaría también al servicio de diagnóstico por imágenes, laboratorios y otras áreas). Si bien la moción no prosperó, quedó en una suerte de reserva si se profundiza la crisis. En la mañana de hoy, los empleados volverán a deliberar para definir nuevas acciones.
El principal foco de tensión de la jornada de ayer fue la llegada de inspectores y personal responsable del presentismo del Siprosa, para constatar quién estaba trabajando efectivamente en ambos hospitales (ver "Persecución"). Pero, ante la negativa de los movilizados, no pudieron relevar los datos. En el Centro de Salud se cuestionó, particularmente, que el Gobierno haya enviado un fotógrafo y un camarógrafo para identificar a los manifestantes, mientras que en el hospital de Niños se organizó una batucada en repudio a la presencia de los empleados de esa área.
"Volveremos, volveremos/volveremos otra vez/volveremos a la carpa/como la primera vez", fue el cántico más escuchado por los manifestantes, trayendo a la memoria la larga lucha del sector durante 2010 que tuvo su pico máximo con la instalación de un gacebo en la plaza Independencia. Los objetivos de entonces eran lograr mejores condiciones de trabajo, más sueldo y el reconocimiento como interlocutores por parte del Gobierno, como se concretó este año en la negociación paritaria. Sin embargo, el resultado fue insuficiente y se reanudaron las manifestaciones para obtener mejoras de haberes.
La dinámica implementada por el Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas) hace que cada nosocomio decida en asamblea la medida de fuerza a aplicar (ver "Diversas estrategias"). Así, el Centro de Salud mantendrá para hoy el quite de colaboración sin atención de consultorios externos ni cirugías programadas, pero no saldrán a la calle con sus protestas, mientras que mañana se realizará un nuevo corte de tránsito, que será resuelto en plenaria.
Por esta decisión, sólo está garantizada la guardia de emergencia, las cirugías de urgencia y el tratamiento de pacientes oncológicos en turnos ya previstos.
Tiempo indeterminado
La misma metodología de protesta se implementa en el hospital de Niños, donde ayer una numerosa asamblea resolvió que el quite de colaboración se mantenga por tiempo indeterminado. Aparte de las excepciones por urgencias antes mencionadas, hay algunos consultorios abiertos, ya que sus médicos responden a sindicatos que acordaron con el Gobierno el aumento salarial (la Asociación de Médicos Empleados y el Sindicato Único de Médicos Argentinos). Precisamente, una de las mociones fue que se publiquen los nombres de los profesionales que no integran el Sitas y que deberían estar atendiendo a los pacientes.
Los asambleístas del hospital pediátrico resolvieron además profundizar sus reclamos con un paro informático inmediato. De este modo, cortarán el circuito de información estadística al Siprosa sobre la cantidad de pacientes, sus patologías, su evolución y si poseen o no obra social a la cual cobrarles el tratamiento, entre muchas otras consecuencias.
Durante el debate se analizó también la realización de un paro total de actividades para evitar descargar en los médicos de consultorio el peso mayor de las protestas (se abarcaría también al servicio de diagnóstico por imágenes, laboratorios y otras áreas). Si bien la moción no prosperó, quedó en una suerte de reserva si se profundiza la crisis. En la mañana de hoy, los empleados volverán a deliberar para definir nuevas acciones.
El principal foco de tensión de la jornada de ayer fue la llegada de inspectores y personal responsable del presentismo del Siprosa, para constatar quién estaba trabajando efectivamente en ambos hospitales (ver "Persecución"). Pero, ante la negativa de los movilizados, no pudieron relevar los datos. En el Centro de Salud se cuestionó, particularmente, que el Gobierno haya enviado un fotógrafo y un camarógrafo para identificar a los manifestantes, mientras que en el hospital de Niños se organizó una batucada en repudio a la presencia de los empleados de esa área.
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