15 Febrero 2011
BUEN ORADOR. Piccinetti manifestó que habla bien porque lee mucho el diccionario. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
Los obstáculos que se interponían desaparecieron. Durante pocos segundos, los abogados que los separaban se levantaron. Entonces, Luis Rafael Piccinetti giró su cabeza y posó sus ojos sobre ella. Silvia Raquel Lai permaneció inmutable y prefirió ignorarlo.
Esta mañana de desarrolló la segunda jornada del juicio que se les sigue a ambos por la muerte del agricultor José Luis Salas, el 15 de julio de 2007 en Trancas. Francisca Balmaceda, esposa del acusado, brindó su declaración esta mañana. Relató qué fue lo que hizo la semana previa al crimen y contó que no iba muy a menudo hacia esa localidad, donde su marido tenía un gimnasio y vivía con su hija.
"Cuando yo viajaba, paraba en casa de mi cuñada. Ese fin de semana viajé para ver cómo estaba la nena. A ella (Lai) no la conocía, la vi en los diarios. Desconozco si él tenía algún contacto con la familia", relató la mujer. El juicio se reanudará mañana, desde las 8.
Piccinetti llegó esta mañana a la sede de Tribunales vistiendo un traje oscuro, se sentó, tomó agua y dialogó sonriente con los presentes. Lai, más seria, se ubicó en un banco del otro extremo del pasillo, sola y callada.
Consultado por la prensa, el profesor de gimnasia reconoció que se expresa con facilidad porque lee "mucho el diccionario". "El que nada debe, nada teme" -añadió-. "Ojalá que los jueces no caigan en prevaricato", había dicho antes del comienzo de la audiencia. LA GACETA ©
Esta mañana de desarrolló la segunda jornada del juicio que se les sigue a ambos por la muerte del agricultor José Luis Salas, el 15 de julio de 2007 en Trancas. Francisca Balmaceda, esposa del acusado, brindó su declaración esta mañana. Relató qué fue lo que hizo la semana previa al crimen y contó que no iba muy a menudo hacia esa localidad, donde su marido tenía un gimnasio y vivía con su hija.
"Cuando yo viajaba, paraba en casa de mi cuñada. Ese fin de semana viajé para ver cómo estaba la nena. A ella (Lai) no la conocía, la vi en los diarios. Desconozco si él tenía algún contacto con la familia", relató la mujer. El juicio se reanudará mañana, desde las 8.
Piccinetti llegó esta mañana a la sede de Tribunales vistiendo un traje oscuro, se sentó, tomó agua y dialogó sonriente con los presentes. Lai, más seria, se ubicó en un banco del otro extremo del pasillo, sola y callada.
Consultado por la prensa, el profesor de gimnasia reconoció que se expresa con facilidad porque lee "mucho el diccionario". "El que nada debe, nada teme" -añadió-. "Ojalá que los jueces no caigan en prevaricato", había dicho antes del comienzo de la audiencia. LA GACETA ©
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