En primera persona
11 Enero 2011
JUGAR, NO AMAESTRAR.- “Por qué será que el chico de hoy se sigue enamorando de sus personajes”, le preguntó LA GACETA, hace diez años. “Será que hay un idioma distinto, que está dirigido a jugar con el chico, no a amaestrarlo”, respondió la escritora.

MONOLOGANTES.-
“Se ha perdido el hábito de la discusión porque todos somos monologantes”. ( LA GACETA, agosto de 2000).

CHICOS Y GRANDES.-
“Yo creo que los chicos son un enigma. Aunque uno los tenga cerca, o si los ve al pasar, tiene que interpretarlos, y tiene que producirse un contacto. A veces pasa que la madre, o la maestra, están tan ansiosas por hablar ellas, que no le dan tiempo al chico a expresarse por su cuenta”. ( LA GACETA, agosto de 2000).

EN EL NORTE.- “Veo con mucha pena cómo se ha ido borrando del mapa, de las radios y del oído de la gente, la belleza de nuestra música tradicional.Recuerdo con melancolía la época en la que con Leda Valladares recorríamos el Norte y yo descubría al Cuchi Leguiizamón en un patio de Salta o veía bailar la zamba a una mujer tucumana de 90 años. Son recuerdos imborrables” (En 1995, en Tucumán, cuando fue distinguida por la UNT).

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