Horror en Holanda por un abusador serial

El hombre trabajaba como niñero y confesó que atacó a más de 50 criaturas en dos años.

15 Diciembre 2010
AMSTERDAM.- La noticia conmocionó a todo el país. Los holandeses se expresaban horrorizados, y era el único tema de conversación en bares, plazas y oficinas. Un empleado de guardería confesó el domingo que abusó sexualmente de unos 50 niños y bebés (desde recién nacidos hasta los cuatro años) durante casi dos años en los centros donde trabajaba en Amsterdam y en varios domicilios donde ejercía como babysitter.

Los medios holandeses informaron que la madre de dos pequeños había presentado una demanda en 2008 por abusos a menores, pero no se tomaron medidas legales en contra del "babysitter". Ahora, el autor de los delitos, un letón con nacionalidad holandesa, identificado como Robert M., confesó haber cometido esos abusos.

Richard Korver, abogado de los padres de una de las víctimas, explicó que Robert M. admitió en un interrogatorio que abusó de muchos niños y bebés y que ello le producía satisfacción. No obstante, el abogado matizó que no podía ofrecer más detalles, debido a que las investigaciones están en curso todavía.

Robert M. se casó en 2004 con un ciudadano holandés que está sospechado de producción y difusión de pornografía infantil, por lo cual también ha sido detenido. Las autoridades no descartan que pueda haber más implicados en el escándalo.

El alcalde de la ciudad, Eberhard van der Laan, aseguró que decidió hacer pública la foto del pederasta, de 27 años, por la suma gravedad de los hechos y el estado de alarma y conmoción que se ha producido entre los padres de las víctimas. Luego que el caso saliera a la luz, redes sociales como Twitter o Facebook, además de algunos medios online, lanzaron el lunes una especie de "caza de brujas" en busca de posibles nuevos implicados, además de exponer con su nombre, al autor confeso de los hechos.

La fotografía del pederasta pueden verse en la página web de la policía holandesa. No obstante, su nombre no trascendió oficialmente, pero las redes sociales han roto el secreto. En muchas páginas de Internet han empezado a circular fotografías del presunto pederasta junto a niños y bebés, algunas de sus presuntas víctimas, posiblemente tomadas por algún colega de trabajo en las guarderías.

Por ello, las autoridades judiciales han pedido a los medios que no las divulguen. "Muchos padres reconocerán a sus hijos en esas fotos. Eso me parece muy doloroso para ellos. Por favor, retiren ese material de Internet", solicitó el alcalde de Amsterdam.

A pesar del llamamiento de la Policía y los investigadores a la contención, los medios de comunicación no parecen hacer caso y hoy es la noticia del día en Holanda y en varios países vecinos, donde la prensa se ha hecho eco del escándalo, especialmente en Bélgica, donde hace pocos meses una comisión especial dio a conocer numerosos casos de pederastia cometidos en los años 60 y 70.

"La justicia no quiere publicar su nombre, pero nosotros le ponemos un nombre y un apellido a ese rostro depravado", asegura D. Wesie, uno de los gestores de Twitter en los Países Bajos.

Otros usuarios del portal van más allá: "Este es el nombre de este monstruo: se llama... y su número de teléfono es 06... (el prefijo de Amsterdam)". (DPA)

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