China, Cuba y ahora EEUU

Análisis.

Federico Türpe
Por Federico Türpe 04 Diciembre 2010
La cacería que inició EEUU contra Wikileaks, primero contra su director, Julian Assange, luego contra el hosting (servidores que alojan webs) y ahora contra los DNS (Sistema de Nombre de Dominios), usando todo su poderío y presionando a empresas y a gobiernos para acabar con la difusión de información que los perjudica, ha puesto a Washington en un punto de inflexión del que será difícil regresar. Sólo países como China o Cuba han tomado medidas restrictivas de ese calibre. Primero, la poderosa Amazon dejó de alojar a Wikileaks en sus servidores, aduciendo que la página recibía demasiados ataques de hackers y ponía en riesgo a medio millón de sitios alojados en esa empresa. Ataques dirigidos por el propio gobierno de EEUU, según Assange. Luego migraron el sitio a servidores de la francesa OVH y el gobierno de Nicolás Sarkozy no tardó en exigirle a la empresa que cesara de brindarle hosting a Wikileaks, negociación que seguía hasta anoche. EEUU presionó también a Everydns para que dejara de brindarle el servicio de DNS a ese sitio y ayer dejó de existir el dominio wikileaks.org. Assange pidió ayuda por Twitter y Wikileaks pasó a disponer -por ahora- de tres nuevos dominios, en Alemania, Finlandia y Holanda: wikileaks.de, wikileaks.fi y wikileaks.nl También se puede acceder a través de IPs directos: http://46.59.1.2 y http://213.251.145.96 o rastrear alternativas en http://wikileaks.info. Ahora pretenden que Google deje de buscar la palabra Wikileaks. ¿Imposible? La Casa Blanca ya demostró que no conoce límites.

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