El colmo de un país productor de azúcar es importar ese alimento. Acaba de pasar en la Argentina y el suceso puede golpear con particular fuerza a Tucumán. Los involucrados en la industria azucarera erraron la estrategia: apostaron a guardar el azúcar para obtener mejores precios y se endulzaron con el corto plazo sin pensar a futuro. Actualmente, una ley nacional arancelaria frena el ingreso de azúcar de otros países a precios más bajos que los del mercado argentino. Pero, con la decisión motu proprio de importar, los azucareros han abierto la puerta para que esa regla sea cuestionada y se piense, en el futuro, en garantizar el abastecimiento (o precios bajos) a costa o por encima de la producción local.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular








