Marcelo Aguaysol
Por Marcelo Aguaysol 24 Noviembre 2010
Amado Boudou volvió a dar otro paso en falso con la inflación. El primero fue cuando dijo que ese era un problema focalizado en algunos sectores de la clase media y alta. Ahora, con una suerte de insulto a la comunidad académica. El ministro de Economía reveló que fue a pedirle asistencia técnica al FMI para elaborar un IPC Nacional cuando, durante 14 meses, los expertos de las cinco universidades nacionales convocadas por el propio Boudou prepararon un plan en el mismo sentido que ni siquiera fue tomado en cuenta.

El informe, con una extensión de 170 páginas, era lapidario. Admitía no sólo las groseras manipulaciones al índice, desde 2007, sino que advertía sobre los riesgos de haber desmantelado de técnicos a un organismo que, hasta entonces, no era tan cuestionado.

El Gobierno, según palabras del propio Boudou, necesitaba dar un salto de calidad en la confección del índice de precios. Y -por la decisión adoptada- consideró que a eso se lo garantizaba el Fondo y no la comunidad académica. ¡Qué ironía del destino! Apelar a un organismo que en sus informes pone a la Argentina entre los países con asteriscos por la desconfianza de sus estadísticas y desechar el trabajo de las universidades, de una de las cuales, Mar del Plata, se graduó Boudou.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios