Las islas flotantes de los uros fascinaron a dos tucumanos

Las islas flotantes de los uros fascinaron a dos tucumanos

Indígenas viven sobre Totora, en el Titicaca, y fabrican artesanías. Alumnos de Arte vieron cuadros y se emocionaron hasta las lágrimas.

OBRA DE LOLA MORA. Los estudiantes visitaron la fuente de Las Nereidas. GENTILEZA MONICA VALLEJO OBRA DE LOLA MORA. Los estudiantes visitaron la fuente de Las Nereidas. GENTILEZA MONICA VALLEJO
14 Noviembre 2010
"Volveremos, seguro, porque es un lugar increíble. Vimos fotos antes de partir y nos parecía imposible que fuera cierto. Volveremos después de casarnos", aseguraron casi a dúo Nancy y Carlos. La pareja quedó extasiada con la vida que llevan los uros, una tribu que desarrolla su existencia sobre islas flotantes de totora, en el lago Titicaca, ubicado entre Bolivia y Perú.

Los futuros esposos armaron el paseo luego de entrar en el sitio viajeros.com. "Como no teníamos muchos días por cuestiones laborales tuvimos que ir en avión, aunque buscamos pasajes baratos. Salimos de Tucumán, hicimos una escala en Santa Cruz de la Sierra y después llegamos a La Paz. Nos instalamos en un hostel que nos habían recomendado y después de almorzar nos dirigimos en ómnibus a Tiwanaku, un sitio arqueológico donde se hizo la reconstrucción de una parte de esa ciudad, capital de una civilización perdida. Esa salida nos llevó unas ocho horas y volvimos a La Paz. Al día siguiente era el fin del carnaval y vimos el espectáculo de las comparsas con sus típicas vestimentas coloridas". Así comenzó el relato de Nancy.

Y luego, Carlos tomó la posta para contar que al día siguiente fueron en ómnibus a Copacabana, ciudad situada a orillas del Titicaca, desde donde partieron en una embarcación a la Isla del Sol. Esa excursión duró todo el día. Después volvieron a Copacabana para partir al día siguiente hacia Puno, Perú. "Lo que más nos gustó de este viaje fueron las islas flotantes en las que viven los uros, unas 50 en total. En cada isla vive una familia. Lo increíble es que están hechas íntegramente en totora, un vegetal que crece en abundancia. Más o menos un metro de totora está sumergido y otro metro forma el piso o colchón sobre el que desarrollan sus actividades los uros. Las islas están ancladas con estacas a la orilla. Los ranchos que sirven de vivienda también están hechos con totora", indicó Carlos.

Un poco de historia
Los uros eran atacados en tierra por los incas, en la época colonial. Por eso se internaban en el lago con sus balsas. Luego decidieron hacerlo en forma permanente y construyeron las islas flotantes. El pueblo se dedicó por años a la caza y a la pesca. Hoy vive gracias a las artesanías y al turismo.

"Hacen en totora réplicas de sus casitas y de sus balsas. Las mujeres realizan tapices y fundas de almohadones con lana. Son muy amables; invitan al viajero a entrar en sus viviendas que carecen de muebles: cuelgan sus ropas en las ?paredes? y duermen sobre los juncos. Y afuera hay una tarima de barro cocido donde prenden brasas para cocinar. Hay islas con escuelas y también vimos una iglesia. ¡Hasta crían gallinas!", se admira Nancy. Los viajeros regresaron a Tucumán a una semana de partir, felices por los días vividos.

Circuito de arte
Otro tipo de travesía es la que disfrutaron alumnos y docentes de la Escuela de Bellas Artes de la UNT, que fueron una semana a Buenos Aires. "El objetivo central era que los alumnos del último curso pudieran conocer el principal circuito del arte del país", dijo Mónica Vallejo, quien integró la representación docente junto a Jorge Gutiérrez. Los alumnos vendieron rifas y sus obras para juntar fondos, y además hubo un fuerte apoyo del Rectorado, de una aseguradora y de la cooperadora del establecimiento.

Los estudiantes conocieron el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. Allí, aparte de la colección del museo, vieron una muestra del fotógrafo norteamericano Robert Mapplethorpe. "Los alumnos se encontraron frente a una pintura de Frida Kahlo y no pudieron contener la emoción: unas lágrimas cayeron por sus mejillas. Otro momento fuerte fue el paseo a la fuente de Las Nereidas, de Lola Mora, en la Costanera. Ahí apoyaban la cara contra el vidrio de protección y lloraban. También fuimos a PROA, en La Boca, donde vimos una exposición extraordinaria del movimiento Futurista", contó Vallejo. Agregó que los chicos también quedaron admirados con las obras de Pollock, Prilidiano Pueyrredón y Rodin, entre otros, en el Museo Nacional de Bellas Artes. "El cierre fue el día que fuimos a ver arteBA, la feria de galerías, en La Rural. Veníamos de ver instituciones como museos y centros culturales; aquí tuvieron la oportunidad de apreciar el arte como espectáculo y desde el punto de vista comercial", señaló la docente.

El alumnos Hernán Aguirre dijo que disfrutó de las obras de Picasso y Joan Miró, entre otros. Y que también se asombró con las obras escultóricas en el cementerio de La Recoleta y con el mausoleo de Eva Perón. "En ArteBA son impresionantes las dimensiones y la mezcla de estilos clásicos y vanguardistas. Además vimos a León Ferrari, Felipe Noé, Marta Minujin. El viaje fue muy importante: todos pusimos ?pilas? para el trabajo previo y pudimos recaudar los fondos necesarios", dijo Hernán.

Comentarios