25 Octubre 2010
En el Senado de la Nación también se multiplican los esfuerzos para garantizar la protección del medio ambiente en la región. Esta vez, los radicales José Manuel Cano (Tucumán) y Emilio Rached (Santiago del Estero) presentaron un proyecto de ley para que el Congreso declare la emergencia ambiental de la cuenca hídríca de los ríos Salí-Dulce.
Los legisladores opositores detallaron que, pese a su importancia estratégica, la intervención del hombre generó la degradación de este recurso hídrico. "Concretamente, aquí se busca mitigar el impacto negativo que la contaminación tiene sobre la salud de la población y el equilibrio ambiental mediante un Plan Directriz de la cuenca Salí-Dulce. Es necesario un país que manifieste el federalismo también en materia ambiental y que la Nación realice un fuerte aporte para poder terminar con la contaminación", explicaron en la iniciativa Cano y Rached.
Como medidas de acción inmediatas, los senadores proponen que el comité interjurisdiccional de la cuenca (fue creado por ley) desarrolle en un plazo de 60 días un programa de trabajo, que incluya las obras de infraestructura, los servicios y las acciones necesarias para el saneamiento integral de la cuenca. Para ello, se deberá seguir un orden de prioridades, según un criterio de urgencia y de eficiencia.
Ese plan directriz deberá contener estudios e investigaciones de agua, suelo y aire a lo largo de toda la superficie que abarca la cuenca Salí-Dulce, con la finalidad de determinar las fuentes de contaminación, el grado de predominancia de cada una de ellas y las consecuencias que generan en materia ambiental y sanitaria. También, los legisladores nacionales proyectan la concreción de un plan integral de disposición final de los residuos sólidos urbanos, otro de ampliación de la red de agua potable y de cloacas en las zonas más críticas de la cuenca y un programa de asistencia médica inmediata.
Finalmente, Cano y Rached consideran que la Jefatura de Gabinete de la Nación debe reasignar partidas presupuestarias para la ejecución de las tareas.
Los legisladores opositores detallaron que, pese a su importancia estratégica, la intervención del hombre generó la degradación de este recurso hídrico. "Concretamente, aquí se busca mitigar el impacto negativo que la contaminación tiene sobre la salud de la población y el equilibrio ambiental mediante un Plan Directriz de la cuenca Salí-Dulce. Es necesario un país que manifieste el federalismo también en materia ambiental y que la Nación realice un fuerte aporte para poder terminar con la contaminación", explicaron en la iniciativa Cano y Rached.
Como medidas de acción inmediatas, los senadores proponen que el comité interjurisdiccional de la cuenca (fue creado por ley) desarrolle en un plazo de 60 días un programa de trabajo, que incluya las obras de infraestructura, los servicios y las acciones necesarias para el saneamiento integral de la cuenca. Para ello, se deberá seguir un orden de prioridades, según un criterio de urgencia y de eficiencia.
Ese plan directriz deberá contener estudios e investigaciones de agua, suelo y aire a lo largo de toda la superficie que abarca la cuenca Salí-Dulce, con la finalidad de determinar las fuentes de contaminación, el grado de predominancia de cada una de ellas y las consecuencias que generan en materia ambiental y sanitaria. También, los legisladores nacionales proyectan la concreción de un plan integral de disposición final de los residuos sólidos urbanos, otro de ampliación de la red de agua potable y de cloacas en las zonas más críticas de la cuenca y un programa de asistencia médica inmediata.
Finalmente, Cano y Rached consideran que la Jefatura de Gabinete de la Nación debe reasignar partidas presupuestarias para la ejecución de las tareas.
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