La 307 se volvió un camino que incomunica

La 307 se volvió un camino que incomunica

Los vecinos de Amaicha y de Santa María se quejan por las demoras en las obras de repavimentación de 10 kilómetros de la ruta vallista. El tramo que va desde La Quebradita hasta El Infiernillo está lleno de profundos baches y el asfalto desapareció. Menos turistas y dificultades para el abastecimiento.

TIERRA, POLVO Y PIEDRAS. En el tramo de la ruta 307 que va desde La Quebradita hasta El Infiernillo, los vehículos de todo porte deben circular con precaución, debido al mal estado en el que se encuentra el camino. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL TIERRA, POLVO Y PIEDRAS. En el tramo de la ruta 307 que va desde La Quebradita hasta El Infiernillo, los vehículos de todo porte deben circular con precaución, debido al mal estado en el que se encuentra el camino. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
27 Septiembre 2010
CONCEPCION.- Los pobladores de Santa María, Catamarca, y de Amaicha del Valle están indignados por las pésimas condiciones en las que se encuentra la ruta 307 en el tramo que se extiende desde el kilómetro 70 (pasando La Quebradita) hasta el El Infiernillo. Son unos 10 kilómetros de camino de montaña que se transforman en una verdadera pesadilla para quienes deben transitarlos.

El pavimento desapareció en algunos tramos y en otros, proliferan los profundos baches. Si es difícil circular por ahí cuando alumbra la luz del sol, de noche la travesía se hace espantosa como consecuencia de los frecuentes bancos de neblina, según pudo comprobar LA GACETA. Por esa razón, autos, colectivos, camiones y motos deben circular casi a paso de hombre y un error puede resultar fatal.

El movimiento turístico de la zona se reduce y el abastecimiento de mercaderías y de otras necesidades sufre complicaciones a medida que se profundiza el deterioro de la carretera. "Este problema es una verdadera afrenta a la dignidad humana; es algo inaudito e inadmisible en pleno siglo XXI. Se trata de una inexplicable involución que nos retrotrae a cincuenta años atrás, cuando el camino acusaba limitadas y arcaicas condiciones para el tránsito", manifestó con indignación Hugo Daniel Cisneros, quien estaba acompañados por Rodolfo Zanacchi, Pedro González y José Mattar, vecinos de Santa María. Entre este municipio y Amaicha del Valle son en total unos 30.000 pobladores damnificados por el mal estado de la carretera.

Años de idas y vueltas

El deterioro que presenta el tramo de la 307 en cuestión se remonta a hace más de cinco años. En el 2007 las esperanzas de que la carretera fuera repavimentada alegró a los vecinos (en aquel entonces se había anunciado el inicio de las tareas de reparación del camino en Tafí del Valle). La Provincia licitó y adjudicó la obra a la empresa Norgar en setiembre de ese año. El monto de la inversión superó los $ 21 millones. Los trabajos previstos se extienden desde El Blanquito hasta El Infiernillo (22 kilómetros en total). El plazo de ejecución fue de 18 meses. En mayo del año pasado la obra presentaba un avance del 25 %, según informó la constructora. Se consideró que estaba dentro de los plazos previstos. A un año y cuatro meses de ese anuncio, las máquinas y los obreros todavía no se ocuparon de 10 kilómetros del tramo.

"Nosotros nos sentimos más tucumanos que catamarqueños, por la estrecha relación comercial, de servicios, educativa e incluso familiar que tenemos con esa provincia. Por día van y vienen siete unidades de ómnibus y las emergencias médicas se atienden en San Miguel de Tucumán. Por eso el gobierno tucumano debería apurar el trabajo que inició", sostuvo Zanacchi.

"Realmente nos sentimos discriminados por el gobierno tucumano, a pesar de que aquí todos los negocios se abastecen en San Miguel de Tucumán. No es posible que en tres años no se haya podido concluir la repavimentación del tramo. Esto ocasiona un enorme perjuicio a la economía local", agregó Cisneros.

Tránsito pesado

Para Mario Quinteros, vecino de Amaicha del Valle, el tránsito pesado (se incrementó considerablemente con la habilitación de la minera La Alumbrera en Andalgalá), acentuó los daños en la carretera. "Nuestros pobladores ahora tienen que pagar las graves consecuencias de tener una ruta que a veces se pone totalmente intransitable. El que tiene que ir a la capital se expone a la rotura de su vehículo. Las ambulancias deben ser arregladas con frecuencia por el mismo problema. El turismo es cada vez es menor", enumeró el ex cacique de esa comunidad.

El administrador de Vialidad de la Provincia, Raúl Basilio, admitió que los trabajos de repavimentación en el tramo El Blanquito-El Infiernillo están demorados. Pero argumentó que el problema se debe a las dificultades propias de un camino de montaña. "No es fácil llevar adelante una obra en un sector en el que las inclemencias climáticas son frecuentes. La nieve, por ejemplo, paralizó los trabajos durante unos 20 días. Lo importante es que ya se ejecutó el 50% del proyecto y hasta fin de año llegaremos al 80%" aseguró.

"La gente tiene que tener paciencia. Se está trabajando con un gran esfuerzo de la Provincia. De los 22 kilómetros de camino ya se ejecutaron un poco más de 10", agregó. Advirtió que en el resto del tramo sólo resta la repavimentación. (C)

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