La fuerza de la vida mundial

La fuerza de la vida mundial

Punto de vista. Patricia kreibohm - Licenciada en Historia.

09 Septiembre 2010
La lapidación es una de las formas más antiguas de ejecución.

Se distingue de otras porque posee un objetivo adicional: el acto de la muerte habrá de ser cruel, doloroso y denigrante. En otras palabras, podría decirse que esta pena - aplicada especialmente a las mujeres adúlteras -posee una fuerte connotación simbólica y pragmática, expresada a través de dos elementos: el sufrimiento del condenado y su humillación.

En la actualidad, para los occidentales, un acto de esta naturaleza resulta repugnante e inadmisible. Indudablemente, la concientización de los derechos humanos ha sido un factor relevante en este aspecto.

La ejecución de Sakineh se ha postergado por razones políticas, no judiciales. De hecho, la lapidación está establecida por el código penal iraní y correspondería aplicarla en este caso. ¿Por qué no se hace? Está claro que ha sido la opinión pública mundial la que -como una fuerza real de la vida internacional - ha ejercido la presión necesaria para detenerla, aunque sea momentáneamente. Algunos investigadores consideran que es muy factible que, en el futuro, Irán busque la manera de modificar las penas previstas en sus códigos. Si no por convicción, al menos para evitar estos episodios que desgastan su imagen.

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