"Jesusito" llegó a juicio, pero se puede salvar

"Jesusito" comenzó a hacerse conocido casi cuando acababa de dejar la niñez. Ayer, a los 18 años, se enfrentó por primera vez a un tribunal. A Jesús Martín Rojas lo acusan de haber matado a un muchacho hace un año y medio en Villa Sargento Lai. Es el delito más grave que consta en su abultado prontuario; sin embargo, hay posibilidades de que el juicio en su contra no prosiga.

Ayer, al comienzo del debate, el fiscal de Cámara, Daniel Marranzino, se vio obligado a realizar un planteo de nulidad. Sucede que, cuando se perpetró el crimen, "Jesusito" tenía 17 años, pero, según dijo, no contó con una defensora de Menores a lo largo del proceso.

En principio, los vocales de la sala V de la Cámara Penal, Alfredo Barrionuevo, Emilio Páez de la Torre y Marta Cavallotti, no hicieron lugar a la solicitud del fiscal y, para poder proseguir con las audiencias, convocaron a Lilia Estela Salim, titular de la Defensoría de Menores Nº 1. Luego, los magistrados dispusieron un cuarto intermedio hasta hoy a la mañana.

La causa se inició el 20 de febrero del año pasado. Gustavo Alexis Torres Sosa, de 16 años, había pasado parte de la madrugada con un grupo de amigos y luego regresó a su casa, ubicada en pasaje Victoriano de la Plaza al 1.700.

Cerca de las 5, comenzaron a llamarlo desde afuera. Torres Sosa salió y, sin mediar palabra, un delincuente le dio un disparo en el pecho con una "tumbera" (así se conoce a las escopetas de fabricación casera). Los investigadores jamás pudieron hallar el arma, pero supieron que era una "tumbera" debido a la gran cantidad de perdigones que tenía en su cuerpo la víctima. Según las pericias, a Torres Sosa lo balearon a menos de 10 centímetros de distancia. El muchacho falleció cuatro días después en el Hospital Padilla.

Capturado en Córdoba
"Jesusito" fue arrestado el 26 de febrero del año pasado en Córdoba. Había escapado junto a una muchacha, pero la Policía lo interceptó y luego fue extraditado a Tucumán.

Entonces, se constató que el muchacho se había fugado del Instituto Roca y que tenía en su planilla de antecedentes policiales varias causas en su contra.

Los investigadores, a cargo de la fiscala Adriana Giannoni, tuvieron en cuenta esto cuando realizaron el pedido de elevación a juicio del caso. "Del informe de mesa de entrada penal (de Tribunales) se desprenden las numerosas causas que el imputado tiene en su contra, lo cual pone en evidencia su conducta delictiva", indica el expediente. Incluso, testigos declararon que "?Jesusito? es conocido en el barrio por su peligrosidad; siempre anda armado y empastillado".

Rojas optó por no responder a la indagatoria durante la instrucción. Ayer, durante el debate, la defensora oficial, Rosa Ana Nosetti, estuvo junto a él. Pero nadie advirtió que durante la instrucción del caso no se le había dado participación a la Defensoría de Menores. Marranzino aseveró al iniciarse el debate que esa falta era grave y que implicaba la nulidad de la causa, puesto que no se habían contemplado normas de la ley de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Nosetti se adhirió al pedido del fiscal.

Luego de un cuarto intermedio, los magistrados resolvieron no hacer lugar a lo solicitado por las partes. Pero, teniendo en cuenta la falla, solicitaron la concurrencia de Salim. Pese a la decisión del tribunal, no se descarta que Marranzino insista con la necesidad de que el proceso vuelva a ser trabajado por una fiscalía de Instrucción, donde deberían remitirlas los jueces de la sala V.

Mientras tanto, "Jesusito" fue enviado otra vez a la cárcel. Al menos otros dos juicios lo tendrán como protagonista en los próximos meses.