19 Abril 2010 Seguir en 
EL GOL DEL TRIUNFO. Marcos Pérez ya efectuó la chilena que terminará en gol. Muñoz no pudo evitarlo.
BUENOS AIRES.- Uno, dos, tres, cuatro... 100... 1.000... Los hinchas de Boca sigue padeciendo con su equipo. Ayer lo vieron penar nuevamente contra Gimnasia, en La Plata. Con un gol de chilena del colombiano Marcos Pérez, el "lobo" despachó al "xeneize", que no encuentra paz. El conjunto platense sumó tres puntos de oro aunque por el momento, debido al triunfo de Racing, no pudo salir de la zona de promoción.
Desde el arranque Gimnasia demostró que sabía para qué y por qué estaba en la cancha. Dejó en claro que no estaba dispuesto a regalar nada. Se le paró a Boca dispuesto a pelearle la zona de gestación y, cuando pudo buscó el área de García.
Si al final del primer tiempo se fueron a los vestuarios sin abrir el marcador fue sólo porque los delanteros locales no tuvieron precisión a la hora de definir.
Todo lo que se había insinuado en la primera etapa se acentuó en la segunda. Gimnasia se hizo más fino a la hora de armar la ofensiva y Boca se fue desdibujando cada vez más en el fondo. Todo muy parecido a lo que pasaba antes de la goleada contra Arsenal. A los 13' llegó el golazo de Pérez y allí todo se acabó para el "xeneize", más allá del cabezazo de Guillermo Marino que pegó en el palo.
La derrota, la cuarta contra un equipo que pelea por mantener la categoría (Atético fue el único que no lo derrotó en el torneo) es un fiel reflejo del penoso momento que vive el equipo dentro y fuera del campo. (Télam-Especial)
Desde el arranque Gimnasia demostró que sabía para qué y por qué estaba en la cancha. Dejó en claro que no estaba dispuesto a regalar nada. Se le paró a Boca dispuesto a pelearle la zona de gestación y, cuando pudo buscó el área de García.
Si al final del primer tiempo se fueron a los vestuarios sin abrir el marcador fue sólo porque los delanteros locales no tuvieron precisión a la hora de definir.
Todo lo que se había insinuado en la primera etapa se acentuó en la segunda. Gimnasia se hizo más fino a la hora de armar la ofensiva y Boca se fue desdibujando cada vez más en el fondo. Todo muy parecido a lo que pasaba antes de la goleada contra Arsenal. A los 13' llegó el golazo de Pérez y allí todo se acabó para el "xeneize", más allá del cabezazo de Guillermo Marino que pegó en el palo.
La derrota, la cuarta contra un equipo que pelea por mantener la categoría (Atético fue el único que no lo derrotó en el torneo) es un fiel reflejo del penoso momento que vive el equipo dentro y fuera del campo. (Télam-Especial)
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