21 Febrero 2010
DIRECTOR AUSENTE. Los productores Rob Bermussa y Alan Sardé, reciben el premio en nombre de Roman Polanski. REUTERS
BERLIN.- El realizador Roman Polanski, que se encuentra con arresto domiciliario en Zurich debido a que mantuvo relaciones sexuales con una niña de 13 años en 1977, recibió ayer el Oso de Plata al mejor director de la sexágesima edición del Festival de Cine de Berlín por su película "The ghost writer" (El escritor fantasma).
Una ovación acompañó el premio para el realizador polaco, detenido en Suiza desde el 26 de septiembre pasado por una orden judicial emitida en los Estados Unidos, donde afronta el proceso por abuso sexual.
El estreno de la película de Polanski, protagonizada por Ewan McGregor y Pierce Brosnan, fue uno de los más esperados del certamen cinematográfico a causa del morbo generado por la ausencia del cineasta y su particular situación.
Sin embargo, ni Brosnan ni McGregor acudieron ayer a la gala que puso fin a la Berlinale, y fue el productor de la cinta quien se encargó de leer el mensaje del director. "Aunque hubiera podido, no habría ido, pues la última vez que acudí a un festival a recibir un premio acabé en la cárcel", apuntó.
Las palabras del realizador de "El bebé de Rosemary" y "El pianista" se relacionan con su última detención cuando fue al Festival de Cine de Zurich a recibir un premio a la trayectoria, y fue encarcelado por las autoridades suizas a partir de la orden de detención de la Justicia estadounidense.
Ganador de un Oscar por "El pianista", el septuagenario cineasta franco-polaco volvió a ser distinguido en la Berlinale, que en 1965 le dio el Oso de Plata por "Repulsion" y dos años después el de Oro por "Cul-de-Sac".
El jurado del festival distinguió también a la cinta "Honey" (Miel), del turco Semih Kaplanoglu, con el Oso de Oro a la Mejor Película.
Otros premiados
Asimismo, "If I want to whistle, I whistle" ("Si quisiera silbar, silbaría"), del rumano Florin Serban, ganó el Gran Premio del Jurado y se hizo acreedora también al Premio Alfred Bauer, que distingue la innovación.
Como mejor actriz fue distinguida la japonesa Shinobu Terajima por su papel en "Caterpillar"; y como mejor actor, los dos protagonistas rusos de "How I endeded this summer" (Cómo terminé ese verano), Grigori Dobrygin y Sergei Puskepalis.
El Oso de Plata a la mejor fotografía fue para el ruso Pavel Kostomarov, también del filme "How I ended this summer", de Alexei Popogrebsky; y como mejor guión ganó la película "Apart thogether", del chino Quanan Wang.
La película británico-brasileña "Waste land", de Lucy Walker, un documental sobre la vida de quienes dependen de los enormes basureros de las afueras de Río de Janeiro, fue distinguida con el Premio del Público de la sección Panorama y con el de Amnistía Internacional.
El largometraje, producido por Fernando Meirelles y codirigido por João Jardim y Karen Harley, se basa en el trabajo de la artista de San Pablo Vik Muniz, muy comprometida socialmente, y concretamente en su instalación en el "Jardim Gramacho", uno de los mayores vertederos de basura del mundo, ubicado en las afueras de Río.
Mientras tanto, el país anfitrión, que contaba con tres de las 20 películas que competían en la sección oficial del certamen y cuatro coproducciones, se quedó con las manos vacías. (Télam-DPA-Especial)
Una ovación acompañó el premio para el realizador polaco, detenido en Suiza desde el 26 de septiembre pasado por una orden judicial emitida en los Estados Unidos, donde afronta el proceso por abuso sexual.
El estreno de la película de Polanski, protagonizada por Ewan McGregor y Pierce Brosnan, fue uno de los más esperados del certamen cinematográfico a causa del morbo generado por la ausencia del cineasta y su particular situación.
Sin embargo, ni Brosnan ni McGregor acudieron ayer a la gala que puso fin a la Berlinale, y fue el productor de la cinta quien se encargó de leer el mensaje del director. "Aunque hubiera podido, no habría ido, pues la última vez que acudí a un festival a recibir un premio acabé en la cárcel", apuntó.
Las palabras del realizador de "El bebé de Rosemary" y "El pianista" se relacionan con su última detención cuando fue al Festival de Cine de Zurich a recibir un premio a la trayectoria, y fue encarcelado por las autoridades suizas a partir de la orden de detención de la Justicia estadounidense.
Ganador de un Oscar por "El pianista", el septuagenario cineasta franco-polaco volvió a ser distinguido en la Berlinale, que en 1965 le dio el Oso de Plata por "Repulsion" y dos años después el de Oro por "Cul-de-Sac".
El jurado del festival distinguió también a la cinta "Honey" (Miel), del turco Semih Kaplanoglu, con el Oso de Oro a la Mejor Película.
Otros premiados
Asimismo, "If I want to whistle, I whistle" ("Si quisiera silbar, silbaría"), del rumano Florin Serban, ganó el Gran Premio del Jurado y se hizo acreedora también al Premio Alfred Bauer, que distingue la innovación.
Como mejor actriz fue distinguida la japonesa Shinobu Terajima por su papel en "Caterpillar"; y como mejor actor, los dos protagonistas rusos de "How I endeded this summer" (Cómo terminé ese verano), Grigori Dobrygin y Sergei Puskepalis.
El Oso de Plata a la mejor fotografía fue para el ruso Pavel Kostomarov, también del filme "How I ended this summer", de Alexei Popogrebsky; y como mejor guión ganó la película "Apart thogether", del chino Quanan Wang.
La película británico-brasileña "Waste land", de Lucy Walker, un documental sobre la vida de quienes dependen de los enormes basureros de las afueras de Río de Janeiro, fue distinguida con el Premio del Público de la sección Panorama y con el de Amnistía Internacional.
El largometraje, producido por Fernando Meirelles y codirigido por João Jardim y Karen Harley, se basa en el trabajo de la artista de San Pablo Vik Muniz, muy comprometida socialmente, y concretamente en su instalación en el "Jardim Gramacho", uno de los mayores vertederos de basura del mundo, ubicado en las afueras de Río.
Mientras tanto, el país anfitrión, que contaba con tres de las 20 películas que competían en la sección oficial del certamen y cuatro coproducciones, se quedó con las manos vacías. (Télam-DPA-Especial)







