El lado oculto de las cosas

El lado oculto de las cosas

Por Ray Bradbury.

17 Enero 2010
La tarea de Sessa es mucho más difícil que la de un pintor. ¿Por qué? El pintor envuelve el mundo real con sus ojos y allí hace sus propios cambios y reacciones, transmitiéndolos a su muñeca, las manos y los dedos. Puede hacer lo que quiera con el mundo, hacerlo irreal o terriblemente real. Los fotógrafos como Sessa no tienen esta opción. Deben trabajar con lo que hay allí, en tres dimensiones y convertirlo en dos, y aun así encontrar una cuarta detrás de la mirada obvia. Lo que está debe ser descubierto en un instante de genio y encerrado en la cámara antes de que pueda escapar o gritar. El cuarto oscuro es el momento de exaltación o desesperación. Mientras mezcla sus sustancias, el pensamiento del fotógrafo es lo atrapé vivo o lo maté. Lo que llega a la superficie luego de aquel baño ácido asegura su futuro, o automatiza su vida en estaciones de subterráneo a seis poses por sesenta centavos.

Ray Bradbury - Escritor. Autor de "Crónicas Marcianas" y "Farenheit 451", dos de los mayores clásicos de la ciencia ficción de todos los tiempos.

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