"¿Dónde está la bebé? ¡Dónde está la bebé!". Sus cuerpos, abrasados por las llamas que emanaban del auto, no les permitían moverse, pero sí gritar. Bajo la torrencial lluvia que caía sobre Los Nogales, una familia sufrió un terrible accidente, luego de que el Ford Falcon en el que viajaban fuera chocado por otro vehículo en la ruta 9. Como consecuencia del trágico percance, un bebé perdió la vida y siete personas sufrieron gravísimas heridas, según informó la Policía. "Esa pobre gente salía como podía del auto. Tenían todo el cuerpo quemado; nunca vi algo tan terrible", dijo conmocionado Rodrigo Robles, de 19 años, quien fue testigo de la tragedia.
El siniestro se produjo a las 21, a la altura del kilómetro 1.310 de la ruta 9. Según informó la Policía, en el Falcon blanco -que circulaba de norte a sur- iban, al menos, ocho personas. El informe preliminar aportado por los investigadores indica que en ese rodado iban Oscar Morales, de 52 años, quien supuestamente conducía el rodado; Yolanda Luna, de 39; José Morales, de 25; y al menos cinco menores, cuyos datos no fueron suministrados.
Las causas que produjeron la tragedia aún no fueron establecidas por los investigadores. Según las primeras pericias, el Ford fue chocado de atrás por un VW Gol oscuro. El conductor fue identificado oficialmente como Mauricio Rubén Quinteros, de 23 años. Al parecer, el joven iba desde El Cadillal hacia la capital, donde reside.
El impacto fue tan fuerte que el Falcon se salió del camino y derrapó casi 80 metros hacia la banquina oeste. Aparentemente, como producto del choque, el tanque de nafta del Ford se rompió y el combustible se esparció por todo el vehículo. Rápidamente, el automóvil se convirtió en una bola de fuego, afirmaron testigos. "Yo me acerqué para intentar ayudar, pero tuve miedo de que tanque explote y me alejé un poco. Colaboré con lo que pude; esa pobre gente salía como podía del auto. Yo llamé dos veces al teléfono de la Policía", señaló Rodrigo Robles.
Algunos automovilistas y motociclistas que pasaban por allí se detuvieron y trataron de asistir a las víctimas, pero sus esfuerzos eran inútiles. "Había una chica que gritaba desesperada, preguntando por su beba. Pero nadie podía hacer nada", aseguró Marcelo Vergara.
Minutos después, llegaron dotaciones de Bomberos de la Policía y de Tafí Viejo, quienes apagaron las llamas. Cuando acabaron su trabajo, se dieron con la terrible imagen de la criatura calcinada en el asiento trasero del auto.
Según testigos, como la ambulancia demoraba, un hombre cargó en su camioneta a cuatro de los heridos y los llevó al Hospital Avellaneda.
"En determinado momento, vi que el muchacho del VW se subía a su auto. Yo creí que iba a estacionarlo, pero se fue", dijo Robles. Personal del Comando Radioeléctrico interceptó al conductor en Ramírez de Velasco al 1.300 (cerca del barrio América), según el informe oficial, y el fiscal Guillermo Herrera ordenó su aprehensión.
Los heridos sufrieron quemaduras de entre el 70% y el 90% de su cuerpo. Oscar Morales, José Morales, Luna y otra joven que no fue identificada quedaron internados en el Centro de Salud. Tres chicos fueron llevados al Hospital de Niños. Todos están en estado reservado.