No es tiempo de revanchas

No es tiempo de revanchas

Por Jorge Moreyra -DYN

16 Octubre 2009
Como si hubiera nacido con la capacidad de resucitar, Diego Maradona gastó otra vida desde que asumió como técnico de la Selección para las Eliminatorias, pero Argentina consiguió un arrugado boleto para ir a Sudáfrica 2010. El 1 a 0 en el Centenario de Montevideo le abrió una notable oportunidad en su nuevo papel, pero ya empezó a malgastarla al descargar su lengua lacerante sobre los periodistas.
Diego habló y descargó su revancha como si hubiera sido mentira que durante la mayor parte de los cotejos por los puntos su equipo jugó mal, tuvo problemas en todas sus líneas y terminó clasificándose angustiosamente. Fue como si ignorara que se tornó incapaz de hacer jugar bien hasta a un futbolista de la jerarquía que se le reconoce a Lionel Messi. Falló hasta en la composición de la lista de convocados para los dos capítulos decisivos, en la que dio de baja de un modo irrespetuoso a un jugador con récord de asistencias como Javier Zanetti y para reemplazarlo apenas llamó a Pablo Zabaleta, de Manchester City, quien para peor tuvo la desgracia de desgarrarse poco antes de emprender el viaje hacia Buenos Aires.
Diego también tuvo sus aciertos, como darle las llaves del seleccionado al talentoso Juan Sebastián Verón, apostar al futuro enorme del arquero Sergio Romero, valorar la experiencia y personalidad de Palermo ante una situación límite y la de volver a darle vida a la formación local, de la que ya salieron brotes como el de Nicolás Otamendi y el rejerarquizado Mario Bolatti.
Por lo pronto, ojalá que el inolvidable capitán en México 86 comprenda que ahora transita por un oficio para el que todavía es novato y como cualquier mortal se halla en un tiempo de aprendizaje. Lógicamente debe ser Maradona el que tome todas las decisiones finales porque para eso es el entrenador, pero le resultará de enorme utilidad tener a Carlos Bilardo como hombre de consulta. Maradona ya tiene el boleto para Sudáfrica, pero todo los mortales deben aprender y Diego no es la excepción. No es tiempo de revancha, es tiempo de buscar el crecimiento para ir en procura de una dicha de las más grandes.

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