Convirtió las canciones en clásicas y profundas

Convirtió las canciones en clásicas y profundas

Liliana Herrero - Cantante entrerriana.

05 Octubre 2009
Mercedes Sosa es una cantante popular. Y si uno ajusta la mirada a esta afirmación, sólo puedo pensar su canto relacionado con las peripecias de la vida colectiva. Tal vez sea la cantora que más le ha cantado al trabajo. A los frutos del trabajo. A la alegría y la felicidad del trabajo. Ella les ha cantado a los trabajos que ennoblecen al hombre, así como a la dolorosa realidad de los desvalidos. Los repertorios artísticos populares son una fuente permanente de reflexión sobre estos temas. Y las canciones argentinas y latinoamericanas que ella siempre eligió pertenecen a ese conjunto de sentimientos primordiales.
Cuando una obra tiene sus raíces en la genuina creación de los poetas y de los músicos, de por sí expresa un deseo de reparación y justicia. Y de por sí interpreta los deseos profundos de igualdad y reconocimiento de los derechos humanos.
Ese es el gran legado de Mercedes Sosa: haber convertido las canciones en clásicas y profundas a la vez. Ha tocado la cuerda justa de un sentimiento de dolor, de pena, de congoja, pero también de alegría hacia la diversidad vital del mundo. Y cuando eso ocurre, como efectivamente ocurre en su canto, tenemos allí una fuente invalorable para pensar en la justicia como valor superior de la convivencia entre los hombres.
Una cantante sabe que su canto no alcanza para el consuelo de muchos males. Pero también sabe que el canto siempre está en estado de ofrecimiento y exhortación. Eso es lo que debemos aprender de ella.

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