El Transmontaña es una pasión para ser compartida de a dos

El Transmontaña es una pasión para ser compartida de a dos

Carina Olalla y Norberto Mieler, un matrimonio que terminó segundo en Mixto Mayores, narró sus vivencias al cabo de una competición espectacular.

EL Y ELLA. El santafesino Norberto Mieler y la entrerriana Carina Olalla vivieron con intensidad la experiencia de participar en el Trasmontaña. Prometieron volver en la edición de 2010. LA GACETA / HECTOR PERALTA EL Y ELLA. El santafesino Norberto Mieler y la entrerriana Carina Olalla vivieron con intensidad la experiencia de participar en el Trasmontaña. Prometieron volver en la edición de 2010. LA GACETA / HECTOR PERALTA
17 Agosto 2009
Es la mejor de la Argentina
NORBERTO MIELER (SANTA FE)

La primera vez que corrí esta carrera lo hice cuando pesaba más de 140 kilos y terminé en más de siete horas. Ahora lo hice con 82 kilos y con mi esposa Carina salimos segundos en nuestra categoría (Mixto Mayores). Los preparativos se hicieron con expectativas de llegar en la mejor forma al Mundial en Francia, dentro de unos días. Logramos un buen resultado. Cuando largamos fue muy complicado porque lo hicimos con gente adelante que no sabe descender y fueron surgiendo problemas, que fuimos superando. Es un condimento extra, que uno no lo piensa, porque cuando se entrena lo hace solo y dice: "¡qué fuerte que ando!" Pero en muchos tramos, pasarlos por los senderos es imposible porque cuando les gritás no te dan paso o son tercos. Veníamos muy bien hasta la zona del alargue, donde una rama me rompió el descarrilador trasero. Lo enderecé un poco con la mano y seguimos. Pensé que no llegábamos, porque no entraban los últimos cuatro cambios del piñón trasero. Ver a mi señora, sentada y llorando me llevó a sacar voluntad extra y a subir como sea. Puse todo lo que tenía, pero quedamos segundos Este año me gustó mucho, como siempre. Fue un carrerón. Es la prueba Nº 1 de Argentina y habría que hacer más.

Encantada y pensando en volver
CARINA OLALLA (DIAMANTE, ENTRE RIOS)

Es la cuarta vez que corro el Trasmontaña. El año pasado estuve a milésimas del primer puesto, que ganó la tucumana Natalia Enrico. Ahora vine con mi marido a sacarme la espina (en la anterior corrí con otro compañero). La gente se comportó muy bien durante la carrera y nos daba paso; había muy buena onda. Sin embargo, se complicó porque hubo muchas caídas. El nivel que tienen los tucumanos, que luchan para ir superándose, te hace subir mucho tu propio nivel. Nos encantó, así que pensamos regresar. Empezamos a correr el Trasmontaña con mi marido cuando él pesaba más de 140 kilos. Era nuestra cuarta carrera, no conocíamos ni el circuito ni la disciplina de mountain bike; y no teníamos un buen entrenamiento: tardamos más de siete horas. Pero lo disfrutamos; caminamos casi todo el circuito. Incluso habíamos traído un salamín y un queso de cabra que habíamos comprado en el centro, y nos sentamos a comerlo en la mitad del circuito; fue la risa de todos los que pasaban, les alegrábamos el día. Todo es muy lindo: la carrera en sí, la organización, la calidez de los tucumanos para recibirnos a los que venimos de afuera, la gente alentando, mucho público... La verdad, muy bueno.


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