10 Junio 2009
BUENOS AIRES.- El ministro del Interior, Florencio Randazzo, consideró un disparate las versiones periodísticas que informaban sobre la supuesta decisión de Néstor Kirchner de presentarse como candidato a gobernador bonaerense en las elecciones de 2011, y señaló que no tienen ningún fundamento.
El titular de la cartera política agregó: "a veces la dirigencia política contribuye poco a tener un sentido común que esté acorde a demandas de la sociedad, pero a veces los periodistas tampoco contribuyen". "Yo estoy cerca de Néstor y de Cristina Fernández, y esas versiones son un disparate que no tiene ningún fundamento", aseveró.
Según el diario "La Nación", Kirchner habría decidido presentarse como candidato a gobernador bonaerense en 2011 y cederle a Daniel Scioli la candidatura presidencial.
Randazzo consideró que "discutir a pocos días de las elecciones legislativas si puede ser candidato a gobernador es una falta de respeto a los ciudadanos de la provincia" y dijo que la versión está alejada de la realidad y nada más ajeno a la agenda que tiene la sociedad hoy.
Según el ministro, "hay un sentido en esta campaña para evitar discusiones vinculadas a qué intereses defiende cada uno ante los temas que se plantean".
Al respecto, consideró que el oficialismo hubiera preferido que la campaña se diera en otro marco, y con otras discusiones.
Pérdida de poder
Según "La Nación", en una rara mezcla de euforia y reconocimiento de la pérdida de poder, Kirchner comenzó a planificar su nueva jugada para 2011: quiere ser gobernador bonaerense y cederle la candidatura presidencial a Scioli. Esa es la fórmula que el ex presidente ensaya en estas horas para mantener vivo su proyecto.
"Nos daban por muertos y en un mes nos recuperamos", es la frase con la que se ilusiona Kirchner, según contó uno de sus colaboradores más cercanos, y repite que ganará en la provincia de Buenos Aires.
Aún con la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones, el plan "Kirchner gobernador" buscará evitar la ruptura total del peronismo disconforme con su liderazgo.
Por eso Scioli concentraría el poder presidencial para una vuelta de Kirchner en 2015.
Así se habla en la quinta de Olivos, en una suerte de preparativo para el día después de los comicios. La duración del pacto entre Kirchner y Scioli es aún una incógnita, sostiene el matutino porteño. (DyN-Especial)
El titular de la cartera política agregó: "a veces la dirigencia política contribuye poco a tener un sentido común que esté acorde a demandas de la sociedad, pero a veces los periodistas tampoco contribuyen". "Yo estoy cerca de Néstor y de Cristina Fernández, y esas versiones son un disparate que no tiene ningún fundamento", aseveró.
Según el diario "La Nación", Kirchner habría decidido presentarse como candidato a gobernador bonaerense en 2011 y cederle a Daniel Scioli la candidatura presidencial.
Randazzo consideró que "discutir a pocos días de las elecciones legislativas si puede ser candidato a gobernador es una falta de respeto a los ciudadanos de la provincia" y dijo que la versión está alejada de la realidad y nada más ajeno a la agenda que tiene la sociedad hoy.
Según el ministro, "hay un sentido en esta campaña para evitar discusiones vinculadas a qué intereses defiende cada uno ante los temas que se plantean".
Al respecto, consideró que el oficialismo hubiera preferido que la campaña se diera en otro marco, y con otras discusiones.
Pérdida de poder
Según "La Nación", en una rara mezcla de euforia y reconocimiento de la pérdida de poder, Kirchner comenzó a planificar su nueva jugada para 2011: quiere ser gobernador bonaerense y cederle la candidatura presidencial a Scioli. Esa es la fórmula que el ex presidente ensaya en estas horas para mantener vivo su proyecto.
"Nos daban por muertos y en un mes nos recuperamos", es la frase con la que se ilusiona Kirchner, según contó uno de sus colaboradores más cercanos, y repite que ganará en la provincia de Buenos Aires.
Aún con la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones, el plan "Kirchner gobernador" buscará evitar la ruptura total del peronismo disconforme con su liderazgo.
Por eso Scioli concentraría el poder presidencial para una vuelta de Kirchner en 2015.
Así se habla en la quinta de Olivos, en una suerte de preparativo para el día después de los comicios. La duración del pacto entre Kirchner y Scioli es aún una incógnita, sostiene el matutino porteño. (DyN-Especial)
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