Sobre los votos y los fueros

Sobre los votos y los fueros

En la historia: 1863. Principios que sostenía Nicolás Avellaneda. Por Carlos Páez de la Torre (h) - Redacción LA GACETA.

NICOLAS AVELLANEDA. Dibujo que lo retrató en un periódico porteño, durante la época en que desempeñaba la presidencia de la República. NICOLAS AVELLANEDA. Dibujo que lo retrató en un periódico porteño, durante la época en que desempeñaba la presidencia de la República.
10 Junio 2009
Antes de ser ministro y presidente de la Nación, el tucumano Nicolás Avellaneda (1836-1885) fue varias veces diputado a la Legislatura de Buenos Aires. En 1863, se planteó en esa Cámara una protesta contra las recientes elecciones de representantes. Avellaneda sostuvo la necesidad de una "investigación prolija" de las irregularidades que se denunciaban en esos comicios. No desperdició ironías para sostener su punto de vista.
Pensaba que hubo fraude. Si en la parroquia del Colegio, decía, que podía considerarse como "modelo", en seis horas de votación regular no habían depositados más que entre 400 y 500 votos, no se entendía cómo en la parroquia de La Merced, donde no se había votado más que una hora y media, y entre tumultos, hubiera el doble de boletas en la urna.
"¿Cómo puede explicarse, Señor Presidente, este prodigio de velocidad que desafía lo imposible? ¿Cómo puede explicarse semejante velocidad en los que votaban, cuando la ciencia no ha aplicado aún la telegrafía eléctrica para las votaciones populares?", inquiría. Alguien había dicho que "el fraude es la ley electoral que nos ha regido hasta aquí". Avellaneda pensaba que "si así fuese, entonces nos ha llegado la hora de romper esa tradición de iniquidad triunfante; de dar un paso hacia la libertad, a fin de que el pueblo pueda ejercer sus derechos".
Otra vez, aprovechó una discusión para sentar su punto de vista sobre los fueros parlamentarios. "Las inmunidades acordadas por la Constitución a un diputado no significan un salvoconducto para que pueda cometer delitos", sostuvo. Aquellas "no importan otra cosa que una garantía para la misión política que ese diputado está llamado a ejercer, a fin de asegurar su cumplimiento, cosa que a toda la sociedad interesa".

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