Las imprentas no confían en los políticos

Hay reglas no escritas en la relación comercial de los empresarios con los partidos políticos en tiempo de elecciones. “No fiarás” es una de ellas y se aplica, casi sin excepciones, cuando las agrupaciones contratan la confección de la papelería proselitista.
Esto se desprende del relevamiento realizado en una decena de imprentas de la provincia acostumbradas al trato con los dirigentes (algunos de los consultados pidieron reserva de su identidad). La mayoría de los trabajos que se realizan en Tucumán se relaciona con los votos que se presentarán en el cuarto oscuro y con la folletería de mano (volantes y plataformas, aunque también se encargan afiches de pequeño tamaño), mientras que los carteles de gran porte se realizan en otras provincias (en especial, en Córdoba).
El adelantamiento de los comicios de senadores y diputados nacionales al 28 de junio todavía no impactó en este rubro. Los debates internos para la confección de las listas de candidatos impiden que se encarguen todavía los impresos. “No recibimos ningún pedido de presupuesto. Para los partidos, la forma de pago es de contado”, explicó Daniel Soria, de Industria Gráfica Viamonte.
El mismo criterio se aplica en la Compañía Papelera Integral (conocida como Compacto). “La forma de pago con la que se trabaja con los políticos es del 100%”, reconoció su socio gerente, José María Gimenez.
La firma Hunegraf, en tanto, incluye como requisito el pago por adelantado de los trabajos. La justificación de esta decisión se sustenta en la suspensión de toda clase de crédito por parte de los distribuidores de insumos, los que, además, están dolarizados, según explicó Judith Sancho. Precisamente, las variaciones en la cotización de la moneda norteamericana dificulta la confección de un presupuesto con muchos días de anticipación. Una excepción a la regla es Tecnografic, que acepta un anticipo del 50% y el saldo a cancelar antes de la entrega de los impresos. “Sólo aceptamos cheques si los titulares de las cuentas son allegados al negocio; caso contrario, son incobrables”, admitió Jorge Garrocho.
Una de las preocupaciones de los imprenteros tucumanos es la competencia desleal que puede existir con las empresas en negro, que cobran servicios sin factura. “Funcionan en casas cerradas, y pocos las conocen. Tiran el precio para abajo y perjudican a quienes tenemos todo en regla”, advirtió Sancho. En ciertos casos, se tratan de trabajadores de imprentas formales, que sustraen los insumos para su beneficio propio. También hay cierta preocupación por el uso de imprentas de distintas áreas del Estado, aunque esta práctica estaría casi en desuso.

Reclamo
Otro punto de protesta común es la contratación de empresas de otras provincias, con tecnología más actualizada y menores costos. Incluso, los grandes partidos nacionales directemente encargan los trabajos para los candidatos de todo el país en la Capital Federal, lo que reduce la inversión en las empresas radicadas en la provincia.
“El trabajo es muy poco cuando las elecciones son nacionales, porque viene todo cocinado desde Buenos Aires, salvo algunas agrupaciones chicas que trabajan con gente de acá para que el dinero quede en Tucumán, como corresponde”, señaló Norberto Vaira (Gráfica Express).
En tanto, Lucas Juárez (Imprenta Córdoba) coincidió en este tema: “para las elecciones nacionales sólo hacemos algunos afiches; el resto viene de afuera”.