14 Abril 2009
Muchas veces, una persona que supera los 40 años está convencida de que, a causa de su edad, ya no pueden insertarse bien en el ambiente de trabajo. Este tipo de pensamiento lo genera la sociedad, dicen los expertos del sitio www.enplenitud.com. Lo recomendable es que los trabajadores adultos se mantengan en contacto con el nuevo y flexible mundo laboral para actualizarse. En una entrevista de trabajo, lo deseable es hacer referencia a algo que es de uso corriente en estos tiempos, no en la década de 1980. A continuación algunos prejuicios que se necesitan vencer:
• Soy demasiado viejo para empezar de nuevo. Esta manera de pensar está muy generalizada entre los adultos. Muchos no se imaginan emprendiendo ningún proyecto nuevo que sea diferente a lo que hicieron hasta ese momento, porque han trabajado en el mismo campo toda su vida. Muchas personas se definen con su título o su ocupación y no apostando a sus potencialidades.
• Sé más que el joven que me está entrevistando. Dado que muchos adultos tienen una vasta experiencia tienden a pensar que ellos podrían hacer mejor cualquier trabajo. Sin embargo, deberán ser cuidadosos en ocasión de una entrevista laboral. Si se consigue el empleo, se deberá incorporar primero la “cultura” de la empresa antes de dar consejos.
• No quiero tomar a nadie de más de 40 años. Este pensamiento discriminatorio es moneda corriente entre los empleadores. La mayoría de las veces no se expresa directamente, pese a que muchos encargados de selección de personal lo ponen en práctica. Un candidato maduro tiene maneras de demostrar que le puede ser útil a una empresa que esté en posición de contratarlo. Para esto no deberá hablar de sus años en el colegio secundario o de sus nietos, sino de las necesidades de la compañía que ofrece el puesto.
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