Se venden en quioscos pero está prohibido

Se venden en quioscos pero está prohibido

14 Abril 2009

“¿Me da dos caramelos y una pastilla de viagra?” El pedido puede ser formulado en muchos quioscos de la ciudad, a cualquier hora, sin que a nadie se le ocurra sorprenderse. Un reciente operativo de controles realizado por el Siprosa en 150 golosinerías permitió decomisar medicamentos de venta bajo receta, en especial psicotrópicos, y fórmulas con sildenafil (el principio activo del viagra), en el 20% de los negocios registrados.
El farmacéutico Dardo Soria, director del Departamento de Fiscalización Farmacéutica del Siprosa, informó a LA GACETA que unos 20 propietarios de quioscos fueron denunciados ante la Justicia, previa revisación, por vender medicamentos cuando no están autorizados.
En Tucumán hay alrededor de 15.000 quioscos y ninguno está autorizado a vender medicamentos. “Encontramos entre otros, muestras de viagra”, dijo.
El Departamento de Fiscalización Farmacéutica es el órgano encargado de controlar la venta de medicamentos, especialmente en las farmacias. En estas últimas se constata que los medicamentos de venta bajo receta archivada se hayan comercializado de esa manera. “Hemos detectado seis farmacias que no habían cumplido con las disposiciones y ya están en vía judicial”, informó.
“Nos preocupa fundamentalmente la venta de psicotrópicos que pueden ser la antesala a la droga, y del sildenafil por la automedicación y porque además figura en los listados del Anmat entre los medicamentos de alto riesgo. Las farmacias deben guardar por dos años esas recetas ”, aclaró.

A domicilio
Un aviso clasificado que prometía el envío a viagra de domicilio movilizó hace tres semanas al Departamento. Los inspectores llamaron al celular indicado en la publicación y solicitaron una caja. “Decomisamos la mercadería y realizamos la denuncia en la Justicia para que se haga un seguimiento del lote y la partida, desde su origen, es decir, la droguería y la farmacia que lo está vendiendo para que se apliquen las sanciones”, explicó Soria.

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“Se crea una situación artificial”

“Si un chico utiliza esta droga como una forma de adquirir seguridad puede  traer como consecuencia que cuando no la use se sienta decepcionado y hasta le genere un trauma psicológico”, advierte psicóloga María Eugenia Rodríguez Rey. En ese sentido, opina que la Educación Sexual, obligatoria por ley en las escuelas del país, servirá para informar y prevenir sobre estas cuestiones.
“La iniciación sexual se da cada vez en edades más tempranas, sin que los chicos estén bien informados. Utilizar una droga de entrada es, desde mi perspectiva, pernicioso, porque crea una situación artificial. Lo más probable es que cuando no la tomen  sientan una frustración muy grande y eso los lleve a crear dependencia o hábito”, advierte.
La profesional, que también es asesora pedagógica en escuelas secundarias, recomienda a los padres comenzar a hablar con los hijos sobre temas de sexualidad, a partir de los 10 o 11 años, es decir, “antes de entrar al secundario, donde los chicos tienen otro tipo de estimulación”, dice.

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Testimonios tucumanos

“A mi farmacia llego un joven de 23 años pidiendo viagra. Me contó que estaba casado pero que tenía una amante. Esa situación le planteaba una mayor exigencia sexual, por lo que debía recurrir a la pastilla milagrosa”, contó Julio.

“La primera vez que tome viagra fue cuando estaba de vacaciones en Villa Gesell. Me lo regalaron y lo usé con una chica que conocí por esos días, un amor de verano. Todo funcionó fenómeno. Lo único contraproducente fue que estuve con erecciones durante todo ese día. Luego volví a usarlo. Viene muy bien con las mujeres que son muy exigentes”, opinó Esteban, de 20 años.

“Una vez un amigo me regaló una muestra gratis de viagra. Usé sólo la mitad con una chica que conocí en un boliche. Sentí que tenía más potencia. Lo hice para probar qué se sentía. Además, ella es una mina muy bonita y quería que me fuera bien. Por miedo a decepcionarla la tomé para tener más rendimiento”, relató Facundo, de 24 años.

"La compré para probar. Así como uno prueba tantas cosas... Y está bueno pero ahora no la necesito”, dijo Luis María (27).

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