Un show con baladas clásicas, boleros y copas de champán

El humor y la música van de la mano por los escenarios tucumanos. El actor y cantante Alejandro Sandoval, junto a la artista Roxana Sella, brindará hoy a las 23, y durante todos los domingos de febrero, su nuevo espectáculo musical en el resto bar “De la Paliza“ (Maipú 418). “El champán va de regalo” es un show donde prima la música romántica en vivo y en el que la participación del público y la pizca de humor son sus condimentos principales.
“Aquellos que vengan deberían tomarse de manera literal el título de nuestra presentación porque repartiremos copas de champán durante toda la noche“, dijo entre risas Sandoval.

Puro romance
Durante enero, el dúo presentó “Románticamente”, un espectáculo para toda la familia en el que no faltaron los inolvidables boleros y las canciones melódicas de todos los tiempos.
“Las parejas terminan besándose en nuestros shows; son reacciones muy positivas producto de esta simbiosis que generamos con la gente y con lo que hacemos. Es el mejor show de todos”, comentó el tucumano con esa pizca de gracia que suele caracterizarlo.
Su nuevo trabajo es similar al anterior, pero ambos artistas concuerdan en que su desenvolvimiento sobre el escenario se ha vuelto más profesional y dinámico. “Hemos notado un crecimiento como grupo. Ahora podemos trabajar muy bien. Hay una conexión entre nosotros dos que me hace creer en la hermandad, en el respeto mutuo y en los códigos que tenemos en común. Roxana a veces lo piensa como algo ancestral y astrológico o como vidas paralelas. Nos conocemos hace poco pero parecería que llevamos toda la vida juntos”, explicó el cantante quien aseguró que la música y el humor son inseparables. “¿No será ‘amor’ con hu en vez de a?“, agregó y anticipó que este interrogante podría ser el nombre de algún proyecto futuro.

Un feedback con el público
Sella, por su parte, aclaró que la vida sin el aporte de la música no sería lo mismo. Originaria de Buenos Aires y radicada en Tucumán desde hace un tiempo, reconoce que hay un feedback con el público. “La gente se prende con el romanticismo de nuestros temas, se nos acerca y así logramos construir algo”, contó.
La pareja de artistas se conoció a fines de 2008 y desde entonces ha trabajado para divertir a los espectadores mediante la originalidad. “La simpatía refuerza mi ego pseudo intelectual humorístico. No cuento chistes porque no lo se hacer. Soy pésimo. Prefiero el humor irónico y ágil. Hasta para cocinar utilizo mis ingredientes de artista y no concibo la vida sin el humor. Con un ojo lloro y con el otro río”, dijo Sandoval.