28 Enero 2009 Seguir en 
Una banda de ladrones robó $ 15.000 de una maderera ubicada en el centro aprovechando que el local estaba cerrado. "Aunque estamos a dos cuadras de la comisaría, es la tercera vez que me roban", dijo indignado Eduardo Mario Contreras, de 65 años, propietario del negocio.
El lunes, al regreso de las vacaciones, el empresario volvió a abrir su local, ubicado en calle Balcarce 156. "Justo ese día había traído al negocio todo el dinero. Eran más de $ 15.000 que tenía para pagarles a los proveedores y para saldar algunas deudas que se habían generado durante mi ausencia", explicó. Contreras dejó la plata en la caja registradora y se marchó.
Al parecer, los delincuentes entraron durante la madrugada de ayer al local, luego de romper las rejas y y la vidriera. "No solamente tengo que lamentar dinero y las herramientas que me robaron, sino que también tengo que reparar lo que destruyeron", protestó Contreras. Los vecinos, al ver el gran despliegue policial en la zona, se acercaron al local a preguntar qué había pasado. "Parece que nadie escuchó nada. Lamentablemente, me di cuenta de lo que había pasado recién cuando llegué a las 8 para abrir el negocio", agregó Contreras. "No bien vi los vidrios rotos -prosiguió-, supe que me iba a encontrar con algo raro. Lo que más lamento es que perjudicaron mi empresa familiar, y yo hago mucho esfuerzo para mantenerla".
Según vecinos consultados por LA GACETA, el barrio es muy inseguro, especialmente de noche, ya que el alumbrado público es insuficiente. "Hace cuatro años estaban los agentes de Patrulla Urbana y siempre estaban muy atentos a todo. Es más: golpeaban las puertas de las casas para preguntar si estaba todo en orden. Ahora ya no es así", expresó una mujer que prefirió no dar a conocer su nombre.
Contreras denunció el robo en la seccional 1a.
El lunes, al regreso de las vacaciones, el empresario volvió a abrir su local, ubicado en calle Balcarce 156. "Justo ese día había traído al negocio todo el dinero. Eran más de $ 15.000 que tenía para pagarles a los proveedores y para saldar algunas deudas que se habían generado durante mi ausencia", explicó. Contreras dejó la plata en la caja registradora y se marchó.
Al parecer, los delincuentes entraron durante la madrugada de ayer al local, luego de romper las rejas y y la vidriera. "No solamente tengo que lamentar dinero y las herramientas que me robaron, sino que también tengo que reparar lo que destruyeron", protestó Contreras. Los vecinos, al ver el gran despliegue policial en la zona, se acercaron al local a preguntar qué había pasado. "Parece que nadie escuchó nada. Lamentablemente, me di cuenta de lo que había pasado recién cuando llegué a las 8 para abrir el negocio", agregó Contreras. "No bien vi los vidrios rotos -prosiguió-, supe que me iba a encontrar con algo raro. Lo que más lamento es que perjudicaron mi empresa familiar, y yo hago mucho esfuerzo para mantenerla".
Según vecinos consultados por LA GACETA, el barrio es muy inseguro, especialmente de noche, ya que el alumbrado público es insuficiente. "Hace cuatro años estaban los agentes de Patrulla Urbana y siempre estaban muy atentos a todo. Es más: golpeaban las puertas de las casas para preguntar si estaba todo en orden. Ahora ya no es así", expresó una mujer que prefirió no dar a conocer su nombre.
Contreras denunció el robo en la seccional 1a.
Lo más popular
