Reelección indefinida

Alteró la agenda política. Eso hizo ayer el gobernador, José Alperovich, al admitir que quiere otra reforma constitucional para asegurarse la reelección que, a no dudar, será indefinida. Si bien la votación por los constituyentes y las sesiones de la asamblea quedarían para 2010, la confesión del mandatario marcará los pasos de la dirigencia.
A los oficialistas ya les quedó claro el camino a seguir, y a los opositores les aparece un nuevo motivo de preocupación a futuro: tener que someterse a dos comicios en menos de seis meses (octubre para diputados y senadores, y marzo o abril para elegir constituyentes).
La declaración del titular del Ejecutivo puede analizarse como una maniobra de distracción o, por lo menos, de desviación de la atención política, centrada en los últimos días en las denuncias del legislador Pedro Balceda: supuestas vinculaciones de los políticos con la distribución de droga y acciones de parlamentarios tendientes a lograr la intervención de la Justicia para que no se impida la re-reelección de Alperovich. He aquí el común denominador entre el gobernador y Balceda: la re-reelección; el hecho sobre el que finalmente hay que detenerse porque, en adelante, toda acción oficialista irá en esa dirección. Alperovich blanqueó su intención ante la sociedad. "A la gente no le voy a mentir, voy a ir con la verdad", dijo entre íntimos para desnudar su estrategia. Si el plan no le falla, y si no aparece un Joaquín Piña -el obispo misionero-, puede haber Alperovich para rato.