
SIN ARREPENTIMIENTO. Ettore Scola aseguró que no lamenta el derrumbe de las ideologías, sino el hecho de que nada las haya suplantado.

ROMA.- El último referente de la comedia a la italiana, Ettore Scola, de 77 años, anunció su retiro del cine en ocasión de una retrospectiva de una veintena de sus películas que se está celebrando en Bari, según informó ayer la agencia ANSA.
En los últimos años, el público había perdido el rastro de Scola, pero esa no es la razón de su alejamiento repentino del cine. “Yo creo que hoy es más difícil hacer buenas películas que en mi época, porque los jóvenes no tienen el trasfondo cultural ni la motivación política que teníamos nosotros”, señaló el realizador.
“No lamento el derrumbe de las ideologías -afirmó- pero lo peor es que no hay nada que las haya suplantado. Por eso cuando veo películas como ‘Gomorra’ o ‘Il divo’ me parece justo hablar de un milagro”, agregó.
Comunista sin arrepentimientos pero también sin nostalgias, Scola no ama tanto los filmes que lo han hecho famoso en todo el mundo, como “Un día muy particular”, porque, según dice, en esa época era fácil criticar al fascismo porque nadie se declaraba como tal.
“Era más difícil tocar temas como la alienación meridional en las fábricas del norte de Italia en ‘Trevico-Torino’ o como en ‘La terraza’, donde se hablaba de la corrupción que fomentaban una cierta política y la televisión”, enfatizó el director.
El cineasta reconoció que la izquierda tiene parte de culpa en este desastre cultural. “No hicimos oposición ni presentamos nuevos modelos”, admitió. Scola debutó en el cine oficialmente como guionista en 1952, pero desde fines de la II Guerra Mundial colaboraba sin figurar en los créditos en diálogos para el cine y el teatro de revistas.
El éxito
Su primer filme como director, “Se permettete parliamo di donne” (Hablemos de mujeres) es de 1963. Pero antes Scola se había distinguido como guionista, en pareja fija con Ruggero Maccari, en algunos de los mejores títulos de la entonces menospreciada comedia a la italiana.
Esos títulos como “Il sorpasso”, “Una vita difficile” (Una vida difícil), “I mostri” (Los monstruos), “Io la conoscevo bene” (Yo la conocía bien) lo vincularon a directores de culto del cine italiano como Dino Risi y Antonio Pietrangeli.
Hace cinco años, con “Gente di Roma", Scoladejó de dirigir películas para el cine, limitándose a colaborar en documentales colectivos de claro compromiso político, como los realizados sobre la conferencia cumbre del G8 en Génova y sobre Palestina.
En declaraciones al diario La Repubblica Scola explicó las razones de su anunciado y sorpresivo retiro. “Después de haber participado en todos esos documentales me di cuenta que en la situación actual hacer una película común, de esas que poseen un principio, un desarrollo y un final no tiene sentido. Prefiero gozar la vejez”, manifestó. (Télam)








