
EN CASAL. Los cordones de las ochavas ya fueron pintados de rojo. PRENSA MUNICIPAL

Donde los automovilistas vean cordones de la vereda pintados de rojo no deben detenerse ni dejar estacionado su vehículo.
La Municipalidad de la capital encaró la tarea de pintar de ese color los cordones de las veredas en algunas calles, y fundamentalmente en cruces de avenidas y donde hay giros libres a la derecha, donde no deben estacionar ni detenerse los vehículos.
Además de agilizar la circulación, la medida se efectúa por seguridad, porque cuando los coches se detienen en estos sectores ponen en riesgo la vida de conductores y peatones, ya que es posible que se produzcan accidentes.
Los conductores de coches o motocicletas que estacionen en los lugar demarcados con cordones pintados de rojo, serán sancionados con actas de infracción.
Los trabajos se realizaron, hasta ahora, sobre las ochavas de 24 de Septiembre y Suipacha, avenida Alem-Mitre y 24 de Septiembre, avenidas Juan B. Justo y Sarmiento, avenida Sarmiento en sus intersecciones con Maipú y Junín, y avenida Roca, entre Ayacucho y Chacabuco, entre otras. Se está empleando una pintura vial específica, de mayor durabilidad que la común, informó el municipio.
Los trabajos continuarán en Charcas al 100, en Brígido Terán al 100, en avenida Alem y sus intersecciones con Las Piedras, General Paz y San Lorenzo. La Municipalidad destacó que la Ley Nacional de Tránsito 24.449 señala que el color rojo se utilizará para pintar cordones en sectores donde esté prohibido estacionar y detenerse.
Esto no significa que en los lugares que seguirán demarcados con color amarillo ahora esté permitido estacionar. Estas delimitaciones seguirán manteniendo su vigencia. De acuerdo con lo que establece la ley, el color rojo se emplea para aquellos sitios donde pueden generarse situaciones extremas de peligro si un vehículo es detenido estacionado en el lugar.
En febrero de 2006, por error, la Municipalidad había pintado de rojo algunos cordones de la zona del microcentro, pero no se trataba de zonas riesgosas, sino en las que, simplemente, está prohibido estacionar y eran, en ese momento, área de ascenso y descenso de pasajeros. Advertida la equivocación, los cordones volvieron a ser pintados de amarillo.







