BARCELONA.- Javier Mariscal parece un bebé normal. Y lo sería si no fuera producto de una selección genética, que se llevó a cabo mediante el sistema de Diagnóstico Genético Preimplantatorio (DGP). Esto le permitió nacer libre de la enfermedad hereditaria que padece su hermanito de seis años y, además, constituirse, por histocompatibilidad, en el donante ideal de médula ósea para salvarle la vida a Andrés. Este último sufre anemia congénita severa, que lo obliga a recibir constantemente transfusiones de sangre. Javier nació el domingo en Andalucía, España, donde el DGP está contemplado en el sistema de salud y, por lo tanto, no tiene costo alguno. En la Argentina, el sistema se aplica pero cuesta unos $ 15.000. (Télam)