Lo que pasó y lo que falta

14 Octubre 2008
Es muy difícil prever todas las consecuencias y ramificaciones de esta crisis y, más aún, su duración. De lo que sí me siento confiado de decir es que esta es una crisis que tiene como causa la necesidad de disminuir el endeudamiento de muchas instituciones financieras que se ha transformado en una crisis de confianza global que afecta a las economías reales. Esto ha sido reconocido por las autoridades mundiales, que están en el proceso y tienen la capacidad de contenerla. En otras palabras, como en casos anteriores, esta crisis va a pasar y el sistema financiero mundial va a volver a funcionar en forma eficiente. Esta ya no es una crisis bancaria, sino una crisis que afecta a casi todos los actores del sistema financiero. Es una crisis global, no de Estados Unidos, que afecta tanto entidades con alto nivel de endeudamiento como aquellas sin endeudamiento y, por último, está desafiando los sistemas de transacciones y pago.

La economía de EEUU, la mayor del planeta, responsable de más del 30% del consumo global, está ad portas de una recesión. Los principales países de Europa y Japón ya han entrado en recesión o están mostrando importantes dificultades para crecer. Los mercados emergentes, si bien aún crecen y tienen altos niveles de reservas para defenderse, también van a verse afectados en su crecimiento económico, el que va a disminuir en forma significativa en 2009.

No visualizamos que esta crisis resulte en una recesión a nivel global, pero sí en los principales países desarrollados y una desaceleración económica en los países emergentes. Creemos que la crisis crediticia y de confianza se está acercando a su fin. Nos da la impresión que es cuestión de días, no semanas o meses. En estas circunstancias, las autoridades financieras y gubernamentales mundiales están actuando para recuperar la confianza perdida. Ya hemos visto importantes inyecciones de liquidez por parte de los principales bancos centrales del mundo. Hemos presenciando rescates de importantes instituciones financieras. En mayo vimos el programa de estímulo fiscal y recientemente la aprobación en EEUU del programa de estímulo financiero (por U$S 700.000). Hay mucho más por venir, programas de ayuda y coordinación financiera y gubernamental mundial.

Las principales instituciones financieras en problemas están cambiando de mano en forma rápida y las autoridades financieras mundiales están actuando en forma coordinada para tratar de devolver la confianza en los mercados financieros. Sin embargo, también pensamos que la contracción económica está recién comenzando. Las consecuencias de esta crisis en el crecimiento económico, las bajas en las utilidades de las empresas, el desempleo y el consumo las vamos a ver en los próximos meses, quizás años. (Informe elaborado por Manuel J. Balbontín, CEO y presidente de Compass Group LLC)

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