No hay que temerle al vínculo “público-privado”

No hay que temerle al vínculo “público-privado”

22 Agosto 2008
“Esto del divorcio entre lo público y lo privado tiene matices. La gente reacciona de inmediato en contra de lo privado cuando estamos hablando del patrimonio público. Pero si miramos la experiencia de Argentina, hay aquí muchos ejemplos de entidades privadas que se han vuelto públicas, como las casas de las familias que, o se venden o se donan al Estado, para que él las administre. O las colecciones privadas que desde el siglo XIX han ido consolidando el patrimonio del Museo Nacional de Bellas Artes”, sostuvo Américo Castilla.
“Los museos, hoy, tercerizan muchas de sus funciones: la seguridad, la curaduría, diseñadores, educadores; y hasta auditorías externas, para que auditen las cuentas de la administración. O en el mismo planeamiento estratégico, herramienta que por lo general no tomamos en cuenta en el área de lo público ”, añadió el experto.
Castilla, quien hoy preside la fundación TYPA (también fue director el Museo Nacional de Bellas Artes, director Nacional de Patrimonio y Museos de la Nación y coordinador del área cultural de la Fundación Antorchas entre 1992 y 2003) opina que ningún museo puede funcionar si no incorpora alguna práctica del ámbito privado.
“Por supuesto, no se trata de que el Estado regale su patrimonio, como se hizo con Aerolíneas Argentinas. Pero se trata de que funcionen los controles”, apuntó.

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