04 Julio 2008
Uno llegó por la mañana, el otro apareció cuando caía la noche. Héctor Rivoira, flamante técnico de Atlético, se reunió temprano con los dirigentes, arregló el contrato y contó sus planes. "Vamos a mantener la base y sumaremos los refuerzos necesarios. Quiero pelear por cosas importantes", comentó antes de regresar a Buenos Aires. El martes asumirá oficialmente al frente del plantel. Horas después apareció Jorge Solari y dio su versión. "No soy un técnico caro", dijo en clara respuesta a los dirigentes. Lamentó no haber podido darle continuidad al proyecto y se despidió.