Fue solidaria, y ahora necesita de los demás

Fue solidaria, y ahora necesita de los demás

27 Abril 2008
La  famosa famaillense, que se incorporó al histórico paisaje de la peatonal Congreso segunda cuadra, vendiendo sus famosas y exquisitas empanadas a $ 1.50 , tiene un pasado lleno de amor y solidaridad. En muchísimas oportunidades, al obtener premios en dinero, Sara Figueroa no dudó en distribuirlo con los más necesitados .
Mientras mantenía el cetro provincial y nacional  de campeona, Sara visitó el centro turístico de Bariloche, en mayo de 1985. Fue invitada con motivo de celebrarse el 83º aniversario de esa ciudad, y viajó con el auspicio de la Dirección de Turismo de Tucumán. El  stand que instaló en la feria de San Carlos de Bariloche fue para beneficio de la cooperadora del Hospital de esa ciudad. “Me hace muy feliz poder colaborar con el hospital; además el nuestro fue el stand  que más vendió; todo el mundo quería probar las empanadas tucumanas”, declaró a la prensa en ese momento, satisfecha por el éxito.
En otras ocasiones, Sara, solía firmar contratos por su participación, indicando expresamente el tipo de donación que haría a alguna institución de bien público.  Un gesto que la pinta de cuerpo entero -como dicen en Famaillá-, fue el hecho de no querer hacer pública ninguna de esa donaciones.  Mujer muy reservada y enemiga de los comentarios pueblerinos, doña Sara se molestó un poco cuando supo que había transcendido la donación que hiciera a la Sala Cuna, de parte de lo que había recaudado en la IV Fiesta de la Empanada. Por cierto, no tuvo otra alternativa que contarlo ella misma para evitar “rumores”.“Es cierto;  ellos son más pobrecitos que yo; Dios me ha de ayudar más”, le dijo a LA GACETA en esa oportunidad. 

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