Walken es uno de los mejores actores de reparto

LOS ANGELES.- La especialidad de Christopher Walken son los malvados, los tipos perturbados, los personajes con pasados complicados. En 2002, interpretó de forma impactante al padre del arribista Frank Abagnale en la comedia de estafadores "Catch Me If You Can", de Steven Spielberg. Por su interpretación del soldado Nick, espiritualmente arruinado en Vietnam, en la controvertida película bélica "El francotirador", de Michael Cimino, fue distinguido con un Oscar al mejor actor secundario en 1979. Y, sin embargo, Walken, que hoy cumple 65 años, se quedó en los roles secundarios. Eso sí. Es uno de los mejores secundarios del cine estadounidense.
Walken es un tipo tranquilo, calmo, modesto y muy adicto al trabajo. Rodó casi 100 películas y participó en casi la misma cantidad de obras de teatro. "No hay nada más frustrante que las pausas en el trabajo", dice, y atribuye su moral de trabajo a sus raíces alemanas. Su padre Paul, un panadero de la ciudad alemana de Essen, emigró a Estados Unidos en los años 20 y puso una panadería en el barrio neoyorquino de Queens. Allí se trabajaba desde muy temprano hasta muy tarde. Su madre Rosali tenía otros planes para sus tres hijos. Envió a Ronald, como se llamaba Christopher en aquel entonces, Ken y Glenn a la escuela de danza y les buscó trabajos de niños en la televisión y el teatro. Tras aparecer en los años 50 en "The Colgate-Comedy-Hour" con Dean Martin y Jerry Lewis, para Walken estaba claro que quería ser actor. Durante casi 10 años trabajó con éxito en el teatro. En 1971, debutó en el cine en un pequeño papel junto a Sean Connery en el thriller de Sidney Lumet "The Anderson Tapes". Su interpretación del hermano suicida de Diane Keaton en "Annie Hall" de Woody Allen llamó mucho la atención y el Oscar por "The Deer Hunte" ya lo consagró definitivamente en todo el mundo.
Pero las cosas no se desarrollaron de la manera prevista. Si bien le siguieron éxitos como "King of New York" (1990), "Batman Returns" (1992), "Pulp Fiction" (1994) y "Last Man Standing" (1995), también hubo fracasos y errores como "Gigli" (2003) y "Kangaroo Jack" (2003). "Rodé muchas películas que nadie quiere ver. Rodé muchas películas que ni siquiera yo vi alguna vez", dijo Walken. "¿Por qué no? ¿Qué debería hacer si no, estar todo el día en casa? Así paso el tiempo con colegas y me divierto". Y el trabajo evidentemente lo divierte, porque de lo contrario no sería tan bueno. Con cara de póquer, esa forma de hablar lenta, cortada y la mirada a veces casi ida tiene status de culto entre sus fans. Casi ningún otro actor estadounidense es imitado y retratado tanto como él. Pero sus ojos (uno es azul, el otro marrón) también pueden revelar rápidamente picardía y humor.
En la sátira televisiva "Saturday Night Live" es un popular presentador. El neoyorquino de nacimiento se mantuvo toda su vida alejado del revuelo de Hollywood. Está casado desde hace casi 40 años con Georgianne, una exitosa directora de casting. Ella vive en Nueva York. Y él suele estar en el campo en Connecticut. "Allí, salvo a los basureros, no veo a nadie". A fines de 2006, llamó la atención una página web en la que anunciaba su candidatura a la presidencia (www.walken2008.com). "Nuestro gran país está en una terrible espiral cuesta abajo", podía leerse en ese sitio. "Es hora de volver a poner a Estados Unidos en la senda correcta". La página resultó ser falsa, pero a sus fans no les disgustó para nada la idea. (DPA)