"Exigimos que se investiguen todas las hipótesis y que no se proteja a nadie"

"Exigimos que se investiguen todas las hipótesis y que no se proteja a nadie"

Alberto Lebbos, padre de la víctima, insistió en denunciar que se encubre a el o a los autores.

SIN TEMOR. Alberto Lebbos cuestionó duramente la investigación.  LA GACETA / ANTONIO FERRONI SIN TEMOR. Alberto Lebbos cuestionó duramente la investigación. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
26 Febrero 2008
“No hay cri­men per­fec­to, hay in­ves­ti­ga­ción im­per­fec­ta”. Con esas pa­la­bras Al­ber­to Leb­bos , pa­dre de la jo­ven ase­si­na­da, de­fi­nió la si­tua­ción de la cau­sa en la que se in­ves­ti­ga la muer­te de su hi­ja.
A dos años del mis­te­rio­so cri­men, Leb­bos man­tu­vo una char­la con LA GA­CE­TA.

- ¿Qué cree que pa­só con Pau­li­na?
- Ha­ce dos años que tra­to que la Jus­ti­cia lo in­ves­ti­gue. Lo úni­co que sé es que a mi hi­ja la es­tran­gu­la­ron en al­gún lu­gar y des­pués la ti­ra­ron en Ra­co. Pe­ro des­de el día que en­con­tra­ron el cuer­po hu­bo con­tra­dic­cio­nes de la Po­li­cía, y eso des­vir­tuó la in­ves­ti­ga­ción.

- ¿Al­gún día se sa­brá quién la ma­tó?
- No pier­do las es­pe­ran­zas, pe­ro sé que ca­da día que pa­sa se di­la­ta más la po­si­bi­li­dad de sa­ber­lo. Hay mu­cho en­cu­bri­mien­to, mu­cha gen­te en el me­dio que im­pi­de que se es­cla­rez­ca el cri­men.

- ¿Por qué ha­bla de en­cu­bri­mien­to?
- Va­rias per­so­nas fue­ron par­tí­ci­pes di­rec­tos de ma­nio­bras de en­cu­bri­mien­to, co­mo lo fue­ron las ame­na­zas a tes­ti­gos. To­da­vía no en­tien­do por qué fal­sea­ron de­cla­ra­cio­nes de tes­ti­gos, por qué adul­te­ra­ron ac­tas po­li­cia­les y li­bros de re­gis­tro, por qué ocul­ta­ron las fo­to­gra­fías y por qué des­tru­ye­ron prue­bas en el lu­gar del ha­llaz­go. Es evi­den­te que la Po­li­cía es­tá es­con­dien­do la ver­dad.

- ¿A qué gen­te se re­fie­re?
- Al po­der po­lí­ti­co. Des­de el prin­ci­pio hu­bo gen­te que ma­ni­pu­ló la cau­sa. Hay una fal­ta de de­ci­sión, el res­pon­sa­ble nú­me­ro uno es (Jo­sé) Al­pe­ro­vich. Por­que el día que en­con­tra­ron el cuer­po sa­lió a de­cir pú­bli­ca­men­te que ya ha­bían iden­ti­fi­ca­do al ho­mi­ci­da y que en las pró­xi­mas ho­ras lo iban a de­te­ner. Es evi­den­te que pro­te­gen a las per­so­nas que es­tán in­vo­lu­cra­das.

- ¿De quién des­con­fía más?
- No des­car­to nin­gu­na hi­pó­te­sis. Es­toy con­ven­ci­do de que Cé­sar So­to y su en­tor­no tu­vie­ron al­go que ver en es­to. Ni él ni sus alle­ga­dos di­je­ron to­do lo que sa­ben. Hay va­rias co­sas que se de­ja­ron de la­do. Ade­más, hay to­da una lis­ta de po­lí­ti­cos y fun­cio­na­rios que ten­drían que ex­pli­car por qué min­tie­ron que ellos en­con­tra­ron el cuer­po du­ran­te un ras­tri­lla­je cuan­do en rea­li­dad los que lo en­con­tra­ron fue­ron los her­ma­nos (Ser­gio y Mar­ce­lo) Goi­tea.

- ¿Qué fa­lló en la in­ves­ti­ga­ción cau­sa?
- Nun­ca se in­ves­ti­gó. Lo que ocu­rre es que no hay una vo­lun­tad de­ci­di­da de lle­gar a la ver­dad. Se pa­sa­ron la cau­sa de ma­no en ma­no y lo úni­co que hi­cie­ron fue em­ba­rrar­la. Hu­bo de­cla­ra­cio­nes de tes­ti­gos que no fue­ron te­ni­das en cuen­ta, pe­ri­cias que nun­ca lle­ga­ron a con­cre­tar­se. To­da una se­rie de me­di­das que lo úni­co que lo­gra­ron fue que la cau­sa si­ga im­pu­ne.

- ¿Que prue­bas ayu­da­rían a que se se­pa la ver­dad?
- El aná­li­sis de cru­ces te­le­fó­ni­cos de to­dos los que es­tán in­vo­lu­cra­dos. En la ac­tua­li­dad, la ma­yo­ría de los de­li­tos se es­cla­re­cen gra­cias a es­tos pro­ce­di­mien­tos de los cru­ces te­le­fó­ni­cos. Lo lla­ma­ti­vo es que pa­ra es­te ca­so no cuen­tan ni con los me­dios ni con el per­so­nal. Se tie­ne que sa­ber fi­de­dig­na­men­te el re­sul­ta­do de los lla­ma­dos de So­to y sus alle­ga­dos. Ade­más, de­bie­ran in­ves­ti­gar con quién ha­bla­ron el je­fe de Po­li­cía (Hu­go Sán­chez), el ex co­mi­sa­rio de Ra­co (En­ri­que Gar­cía), el ex je­fe de la Re­gio­nal Nor­te (Fa­bián Bri­to) y to­dos aque­llos que es­tu­vie­ron en la zo­na de Ta­pia el día del ha­llaz­go.

- ¿Có­mo re­cuer­da a Pau­li­na?
- De la me­jor ma­ne­ra. Pe­se a te­ner a mi fa­mi­lia des­tro­za­da de do­lor, voy a se­guir lu­chan­do pa­ra que se ter­mi­ne la im­pu­ni­dad y se es­cla­rez­can los más de 100 que exis­ten en la pro­vin­cia. Exi­gi­mos que se in­ves­ti­guen to­das las hi­pó­te­sis y que no se pro­te­ja a na­die.

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