Los tatuajes han dejado de ser etiqueta de rockeros o presos para convertirse en marca de cualquier cuerpo. También dejaron de ser una moda exclusiva para hombres. Las chicas presentan batalla en esta pelea y se han convertido en clientas VIP de los locales especializados. No se quedan atrás los piercings, cada vez más sofisticados (y solicitados).
Manzana y Pablo, dos viejos tatuadores tucumanos, cuentan que en verano baja la cantidad de trabajo. “A ellas no les podés sacar el bronceado. Cuando vienen y les decimos que no tienen que tomar sol durante 20 días pegan la vuelta y se van”, explica Manzana.
Lo mismo ocurre con los piercings, ya que después de la perforación no se puede exponer la zona a los rayos solares durante 10 días.
Manzana sugiere que a los tatuajes se los realicen meses antes de las vacaciones, que es cuando en realidad se lucen mejor. “La época ideal es la primavera. En verano, el tatuaje ya estará cicatrizado y se podrá ver bien”, destacó.
“Las edades de las mujeres varían. Las que más visitan los locales son las de entre 17 y 23 años. Pero está claro que no hay edad para hacerte un tatoo”, explica Pablo.
Los de siempre
Hay quienes eligen símbolos con los que se identificaron en algún momento. Otros lo toman como algo personal. Los tatuajes marcan tendencias, pero es cosa de gustos. “Los que más quieren la mujeres son los clásicos: estrellas, soles, tribales, iguanas y letras chinas. Pocas son las que se animan a más, a pesar de que las mujeres tienen más tolerancia; ya vienen de fabrica así. Soportan los dolores del parto, por ejemplo”, ejemplifica Manzana.
Datos clave
Claro que el lugar también importa. Hace un tiempo, el tobillo se convirtió el lugar preferido, junto a la espalda. Ahora la cintura es el elegido. ¿Cuál será el próximo?
“Yo le doy mucha bola a la higiene. A mí me da tranquilidad cuidar la salud de otra persona. Es muy loco, en el buen sentido, trabajar con el cuerpo de otro. La confianza con uno es muy importante”, agregó.
Por su parte, Pablo, que no tan sólo trabaja en un local sino además hace a domilicio, afirma que siempre toma recaudos. “No tuve ningún problema hasta el momento”, afirma.
El tatuaje es para toda la vida. Es como si te levantaras un día, te pusieras una camisa y descubrís a media mañana que no te favorece, pero tenés que llevarla puesta para siempre (salvo que te operen para quitártela). A la hora de hacer un tatuaje hay que estar bien consciente, para que después no te arrepientas.