Una esquina sin vigilancia y con muy poco tránsito

En la esquina de Mendoza y Fray Mamerto Esquiú las persianas de las casas están cerradas durante gran parte de día; el césped crecido de la pequeña plaza revela que son pocos los que transitan por allí y que tampoco son frecuentes los controles municipales. Este fue el escenario que eligieron los delincuentes para abandonar el auto que le habían robado el miércoles a Oscar Diarte, secretario general de la Municipalidad de Tafí del Valle, y en el que había U$S 60.000. Según dijeron los vecinos, esto no los sorprendió, porque la zona es muy solitaria, no tiene vigilancia policial y los delincuentes pueden actuar con impunidad.

Dormidos
La mayor parte de los habitantes de los alrededores de esa esquina tienen más de 55 años. Dicen que, por esa razón, en el momento del hallazgo, todos dormían y nadie escuchó ni vio nada.
"No me sorprende que esto haya pasado acá. No hay vigilancia policial y cualquiera puede hacer lo que quiera en esta esquina sin que nadie se entere. Además, la mayor parte de los vecinos somos personas mayores y las casas están cerradas durante casi todo el día por seguridad", explicó Mercedes Aguirre, que vive a menos de 20 metros de donde se encontró el auto de Diarte.
"Tenemos la casa cerrada todo el día, porque no hay vigilancia. No sabemos qué pasa en la calle. Esta es una zona muy solitaria y poco transitada.
A pesar de que a la hora en la que encontraron el auto (las 8 del miércoles) yo estaba despierta; no escuché nada y me enteré cuando prendí la radio", relató Mónica Albornoz, otra vecina. "Yo escuché algunas voces en la calle, pero no presté atención. Nunca me imaginé que en ese momento esta esquina se estaba convirtiendo en una de las más famosas del país por la aparición del dinero", comentó Raquel.

En un hotel
Por otra parte, el intendente de Tafí del Valle, Carlos Rodríguez, que se encontraba con Diarte cuando se produjo el robo, venía a la capital con mucha frecuencia.
El conserje de un hotel de Congreso primera cuadra relató que solía hospedarse allí una vez por semana. "Venía solo y no tenía contacto con nosotros. Llegaba por cuestiones políticas, a hacer gestiones en su calidad de intendente", informó Ramón, quien no quiso dar su apellido.
LA GACETA se dirigió otra vez ayer al restaurante donde se produjo el robo, en Mate de Luna 4.001, pero su propietario se negó a hacer declaraciones.