La sunga, una prenda para audaces

Una diminuta pieza sólo apta para hombres "fisicudos". Los tucumanos la usan, pero cuando se van de vacaciones.

Los hombres que compran una sunga tienen más de 35 años, revela Carmen Sotomayor, vendedora de una casa. Los hombres que compran una sunga tienen más de 35 años, revela Carmen Sotomayor, vendedora de una casa.
26 Enero 2006
Atrae las miradas femeninas. Permite a los hombres lucir el fruto de meses de trabajo en el gimnasio. La sunga es una especie de slip, de lycra, ajustado, lanzado por los diseñadores de Armani hace cinco temporadas, pero que ahora se expande por las playas de todo el mundo, captando a los más vanidosos.
Roberto Pérez Názar, de la agencia de modelos New Face, sostiene que la sunga no se usa en Tucumán por el perfil recatado de los varones provincianos, Pero resalta que sí la llevan en su valija a la hora de salir de vacaciones, a un lugar donde nadie los conoce. "Es una prenda que se ve mucho en la Costa Atlántica y, sobre todo, en Brasil. Si bien normalmente la usan los hombres con muy buen físico, su uso no pasa por la edad, sino por una cuestión más bien estética", explica. Carmen Sotomayor, empleada de una casa de lencería masculina, sostiene que la sunga se vende para esta época del año, aunque no mucho. "Los hombres que la compran tienen de 35 años para arriba; suelen tener buen físico y la adquieren para llevarla de vacaciones. Generalmente, piden en color negro, chocolate o verde oscuro. Si bien hay colores fuertes y estampados, casi no se venden", indicó.
Lo que sí tiene gran aceptación entre los hombres, especialmente entre los más jóvenes, son los bermudones. Se llevan sobre la rodilla, o un poco más abajo, y vienen en colores alegres. "Es la onda. Normalmente vienen combinados en dos colores, con algún detalle en otro tono. Los más vanguardistas son los que conjugan el negro con el azul, y con línea blanca o naranja, o si son rojos, con turquesa y azul. También vienen en verde, amarillo y mandarina", señala Pérez Názar.
Pero sin duda, el short tradicional es el predilecto de los varones tucumanos. Pérez Názar agrega que este año han venido más largos que lo normal.
En las playas y piletas de onda, las bermudas y bermudones ocupan el primer lugar en la lista de preferencias de los adolescentes. "Se llevan a la cadera, si es posible que se note el elástico del boxer", añade Pérez Názar.
Mario Castigneri, representante de una marca de lencería, tiene su propia hipótesis de por qué los hombres de provincia no se animan a usar sunga. "Esta prenda es muy sexy y cómoda, pero tiene poca popularidad porque el hombre tucumano, lo mismo que el salteño, el santiagueño o el catamarqueño, sienten pudor al usar trajes de baño ajustados por un tema de discriminación. Tienen miedo a las burlas en una sociedad cerrada y machista. En segundo lugar, porque generalmente el hombre norteño no tiene un cuerpo trabajado. Es una prenda que solamente le queda bien a los musculosos y deportistas", apunta. A continuación da algunos consejos para elegir un buen traje de baño:
A los que son rellenitos les queda muchísimo mejor una bermuda no muy ancha. En cuanto al diseño de la tela, debe buscar motivos grandes -geométricos o que simulen flores- y en varios colores. No importa si son tonos llamativos, pero sí que sean varios, por lo menos tres.
Los flacos y altos pueden usar perfectamente los bermudones que están de moda, con un largo que puede llegar hasta debajo de las rodillas.
Los hombres petisos deben preferir los shorts tradicionales. Si tienen un buen físico pueden animarse a usar sunga y bermudas no muy largas.

Voces a favor y en contra
"¿Una qué..? ¿sunga? ¡Ah, sí! ¡Ni loco me pongo eso, me moriría de vergüenza!", afirma Nicolás Goytía (40 años), sin ánimo de seguir hablando sobre el tema. Rodolfo Camuña (18), en tanto, define a la sunga como "una malla de viejo verde". "Yo fui al Brasil y todos los que la usaban eran tipos grandes, que quedaban ridículos, o fisicudos que iban a mostrar los ?tubos? (los brazos). Se notaban que eran fisicoculturistas o que, al menos, se mataban en el gimnasio", afirma el joven. "Yo prefiero las bermudas. Me gustan anchas, cómodas y coloridas", agrega.Pero no todas son opiniones en contra. Mónica Garnica y Soledad Stéfano, quienes todavía lucen el bronceado que adquirieron en Mardel, admiten que las sungas las divierten. "Si es viejo, nos da ataque de risa. Y si es joven y tiene un buen ?lomo? , lo miramos hasta que se pierde", dicen con picardía.

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