

Los microorganismos que ingresan por la boca, según explicó Juan José Novoa, gastroenterólogo del Hospital de Niños, se alojan en los intestinos y provocan en los más pequeños infecciones muy contagiosas. El principal síntoma es un cuadro de diarrea aguda. En muchos casos, el control del mal no es fácil. El especialista explicó que un niño que está desarrollando una gastroenteritis o infección intestinal puede contagiar a otros aún antes de que aparezca la diarrea. Las principales causas no sólo son los alimentos o el agua contaminados con gérmenes. El contagio entre niños y adultos también se da a través de las manos, la saliva, los cubiertos compartidos; en los areneros, peloteros y piscinas.
Como los virus y bacterias responsables de la diarrea aguda ingresan por el tubo digestivo, es importante cuidar que todo lo que el niño lleve a la boca esté higienizado. Esto significa que las manos de todos los integrantes de la familia deben asearse frecuentemente para mantenerlas limpias, especialmente antes de comer y antes de comenzar a preparar los alimentos. Si se trata de un bebé que gatea y aún lleva todo lo que toca a su boca, es necesario mantener el piso de la casa limpio y lavar sus juguetes, los objetos con los que está en contacto frecuente y sus manos.
Los alimentos, cuando no son manipulados correctamente, son otra fuente de contaminación muy común en verano: la mayoría de las colitis son producidas por alimentos o agua contaminados.
Los alimentos que se comen crudos -frutas y verduras-, es necesario lavarlos con varios enjuagues. Los que se consumen cocidos deben refrigerarse y mantenerse en envases bien higienizados.Tampoco deben estar más de quince minutos fuera de la heladera.
"No olvidar el lavado de manos antes de cocinar y de comer, y después de ir al baño. Hay que mantener la casa libre de moscas y de cucarachas, ya que transportan en sus patas virus y bacterias. Es preferible quemar pañales y papel higiénico usado, que tirarlos a la basura, porque los vaciaderos son focos infecciosos muy peligrosos", advirtió Novoa.Por otra parte, recordó que diarrea aguda puede ser causa de deshidratación por pérdida de líquidos y sales, que puede llegar a provocar la muerte en los más pequeños y vulnerables. Se corre este riesgo cuando aparecen al menos tres deposiciones de poca consistencia o líquidas durante 24 horas. Afecta sobre todo a los bebés y niños pequeños, y aparece mucho menos entre los alimentados a pecho. De modo que hay que llamar al médico o concurrir a un centro de salud ni bien se repita la diarrea por tercera vez en el día, o antes, si el niño tiene más 37,5º de fiebre.
Entre las bacterias que producen diarrea figuran la escherichia coli, la salmonella, el staphilococus aureus, el vibrión colérico y diversos parásitos. Entre los virus se destacan los rotavirus y los adenovirus entéricos.
Darle abundante líquido es la principal medida que hay que tomar cuando un niño presente diarreas repetidas, para evitar que se deshidrate. Los siguientes son los síntomas de deshidratación más frecuentes, frente a los cuales es necesario consultar inmediatamente con el médico:
Ojos hundidos
Llanto sin lágrimas
Mucosas de la boca seca, con poca saliva
Disminución en las micciones -poca orina-
Decaimiento, sueño, mareos.
Darles de mamar es beneficioso
En las primeras horas de un cuadro de diarrea aguda, los niños y bebés pueden presentar falta de apetito. Se puede disminuir o suprimir por unas horas la alimentación sólida, pero es importante aumentar la ingesta de líquidos. Los bebés que reciben pecho materno no deben suspender la lactancia. Por el contrario, ésta evita la deshidratación además de nutrirlo.
Un mito muy difundido dice que cuando un niño tiene diarrea hay que suprimirle la leche porque agravaría el cuadro. Sin embargo numerosos estudios desacreditan esta creencia, aún tratándose de la leche de vaca. Otros líquidos permitidos son los caldos, los jugos, las bebidas mineralizadas pero sin gas, el agua de arroz y las bebidas preparadas con sales de rehidratación oral.En cuanto a los alimentos, los pediatras recomiendan comidas sencillas y fáciles de digerir como arroz blanco, puré de zanahorias, pan blanco tostado, pollo hervido, manzana rallada o en compota. Es preferible ofrecer pequeñas porciones y repetir las comidas con mayor frecuencia, en lugar de insistir con dos comidas principales muy abundantes.
Durante los episodios de diarrea conviene evitar las verduras verdes, de hoja, legumbres, cereales integrales y las frutas ?a excepción de la manzana?, dado que la concentración de fibras favorece el tránsito intestinal.
Cuando no hay tolerancia oral, en el caso de cuadros de diarrea agravados con vómitos, se debe administrar una cucharadita de té de agua fría o helada o sales de rehidratación oral, cada cinco minutos, durante una hora. Si el niño aún continúa con vómitos es necesario volver a comunicarse con el médico, dado que podría ser necesario internarlo para tratar la deshidratación por vía sanguínea.
Sales de rehidratación oral
Uno de los remedios propuestos con mayor énfasis por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por diversas instituciones médicas de todo el mundo para tratar la diarrea infantil y particularmente la deshidratación, que es su principal consecuencia, son las sales de rehidratación oral.
Se trata de un producto de venta libre compuesto por varias sales entre las que figuran derivados del sodio y el azúcar. Se debe preparar con agua de potabilidad segura o, ante la duda, conviene hervirla durante 5 minutos y dejarla enfriar. Se agrega a los polvos del producto en la cantidad que indica el envase.
Se debe administrar poco a poco dando pequeños sorbos o de a cucharaditas, especialmente si el niño presenta vómitos, para no generarle más malestar del que ya tiene. El agua helada suele ser mejor tolerada en estos casos.
También se puede preparar la siguiente fórmula casera aprobada por la OMS:
Una cucharadita de postre de sal común
Una cucharadita de postre de bicarbonato de sodio
Cuatro cucharadas soperas de azúcar
El jugo de 2 limones
Mezclar todo con agua hervida y enfriada, o agua mineral, hasta obtener 1 litro de solución.







