20 Octubre 2004 Seguir en 
En enfermería se llama segunda injuria a los daños que un paciente puede sufrir por deficiencias en la atención, en la derivación o en el traslado después del trauma, episodio agudo o accidente que haya padecido. Si bien la responsabilidad mayor y las decisiones están a cargo de los médicos, el papel y la capacitación de los enfermeros es crucial, sobre todo cuanto mayor sea la complejidad de los cuidados y del tratamiento que se aplique, durante los traslados entre hospitales y en las condiciones de estabilización previas.
Actualización científica
Por esa razón, más de 600 enfermeras y enfermeros de todo el país asistieron a las IV Jornadas Internacionales de Enfermería en Cuidados Intensivos Pediátricos, de capacitación y de actualización científica que se realiza cada cuatro años en el Hospital de Niños Juan Garrahan de Buenos Aires. "Además de transmitir la experiencia nuestra, la idea es contar cómo a raíz de derivaciones poco adecuadas de pacientes críticos de otros lugares se puede complicar más la patología de base", explica la licenciada Gladys Ovando, enfermera jefa de Terapia Intensiva del Hospital Juan Garrahan de Buenos Aires y secretaria de las jornadas.
Influye en el pronóstico
La calidad en el traslado y la derivación de un paciente puede ser un factor para mejorar el pronóstico, ante la posibilidad de que se produzca esa segunda injuria: de esa manera, por ejemplo, un niño que necesita un transplante de médula ósea pero que no tiene un diagnóstico oportuno y al que se tarda en transplantar, no tendrá el mismo pronóstico de quien tiene un diagnóstico precoz. "El enfoque que tratamos de dar se refiere a cómo tienen que llegar los pacientes graves a los hospitales de referencia de alta complejidad ?como el Humberto Notti en Mendoza, el Hospital de Niños de Córdoba o el propio Garrahan, según cita la licenciada Ovando? para que el pronóstico sea el mejor". Precisamente la mayoría de los pacientes del Garrahan son derivados desde otros centros de salud, sobre todo del Interior del país.
Recursos humanos
Los traslados desde el Interior se realizan en su mayoría mediante el avión sanitario, que se encuentra a cargo de las provincias, y de ambulancias: "En general cuando se traslada desde el Interior tenemos buenas respuestas, porque se trata de enfermeros que saben hacer muy bien el trabajo de derivación, y son muy excepcionales los casos en los que uno detecta que hubo alguna falencia en la derivación", asegura la licenciada Ovando.
"Hubo avances desde el último congreso ?hace 4 años? hasta ahora, pero en el medio hubo también una gran crisis económica, y entonces creo que la gente tiene en claro que hay cosas que mejorar en cuanto a la derivación, pero en algunos centros tal vez no existen los medios suficientes, y entonces se tarda en derivar. A veces nos piden una cama pero después el paciente tarda dos o tres días porque no se consigue el avión sanitario, por ejemplo", puntualizó y agregó "Creo que eso es algo que no se pudo revertir".
El tema de las derivaciones no fue tratado puntualmente, sino que fue estructurante de las diversas charlas y presentaciones que se dieron durante las Jornadas. (Especial).
Actualización científica
Por esa razón, más de 600 enfermeras y enfermeros de todo el país asistieron a las IV Jornadas Internacionales de Enfermería en Cuidados Intensivos Pediátricos, de capacitación y de actualización científica que se realiza cada cuatro años en el Hospital de Niños Juan Garrahan de Buenos Aires. "Además de transmitir la experiencia nuestra, la idea es contar cómo a raíz de derivaciones poco adecuadas de pacientes críticos de otros lugares se puede complicar más la patología de base", explica la licenciada Gladys Ovando, enfermera jefa de Terapia Intensiva del Hospital Juan Garrahan de Buenos Aires y secretaria de las jornadas.
Influye en el pronóstico
La calidad en el traslado y la derivación de un paciente puede ser un factor para mejorar el pronóstico, ante la posibilidad de que se produzca esa segunda injuria: de esa manera, por ejemplo, un niño que necesita un transplante de médula ósea pero que no tiene un diagnóstico oportuno y al que se tarda en transplantar, no tendrá el mismo pronóstico de quien tiene un diagnóstico precoz. "El enfoque que tratamos de dar se refiere a cómo tienen que llegar los pacientes graves a los hospitales de referencia de alta complejidad ?como el Humberto Notti en Mendoza, el Hospital de Niños de Córdoba o el propio Garrahan, según cita la licenciada Ovando? para que el pronóstico sea el mejor". Precisamente la mayoría de los pacientes del Garrahan son derivados desde otros centros de salud, sobre todo del Interior del país.
Recursos humanos
Los traslados desde el Interior se realizan en su mayoría mediante el avión sanitario, que se encuentra a cargo de las provincias, y de ambulancias: "En general cuando se traslada desde el Interior tenemos buenas respuestas, porque se trata de enfermeros que saben hacer muy bien el trabajo de derivación, y son muy excepcionales los casos en los que uno detecta que hubo alguna falencia en la derivación", asegura la licenciada Ovando.
"Hubo avances desde el último congreso ?hace 4 años? hasta ahora, pero en el medio hubo también una gran crisis económica, y entonces creo que la gente tiene en claro que hay cosas que mejorar en cuanto a la derivación, pero en algunos centros tal vez no existen los medios suficientes, y entonces se tarda en derivar. A veces nos piden una cama pero después el paciente tarda dos o tres días porque no se consigue el avión sanitario, por ejemplo", puntualizó y agregó "Creo que eso es algo que no se pudo revertir".
El tema de las derivaciones no fue tratado puntualmente, sino que fue estructurante de las diversas charlas y presentaciones que se dieron durante las Jornadas. (Especial).
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