Con un radar podrían rastrearse tesoros arquelógicos ocultos

El aparato de microondas de los satélites permitiría también detectar edificios subterraneos.

20 Julio 2003
Londres.- El radar de microondas de los satélites podría ser usado para encontrar tesoros arqueológicos enterrados, edificios subterráneos e incluso fosas comunes, según lo demostraron las investigaciones de un equipo de científicos israelíes.
Los expertos de la Universidad Ben Gurion de Israel demostraron que dicho radar puede ser utilizado para observar debajo de la superficie de terrenos secos y localizar objetos bajo toneladas de arena, según el informe presentado en la revista británica New Scientist.
"Los objetos enterrados pueden ser detectados desde sistemas aerotransportados", dijo Dan Blumberg, científicos de la universidad israelí en el artículo de la prestigiosa revista.

Láminas de aluminio
Blumberg y su colega Julian Daniels suministraron pruebas de la teoría enterrando láminas de aluminio a varias profundidades en el desierto de Negev y utilizando un radar de microondas sensible ubicado en una aeronave para detectarlas.
Los expertos dijeron, además, que sus hallazgos a través de la observación con el radar de microondas sugieren que antiguas rutas de ríos que yacen desde hace siglos bajo las arenas del desierto de Sahara pueden explicar los oasis del desierto.

La historia geológica
"Hacer un mapa de los canales de ríos enterrados en áreas arenosas puede mejorar nuestra comprensión de la historia geológica y climática de la región", dijo Daniels.
Los investigadores planean realizar más estudios con la longitud de microondas más larga posible que se denomina banda P, para encontrar objetos enterrados a mayor profundidad en la arena.
Sin embargo, dijeron que la técnica sólo funciona en áreas muy secas, aproximadamente el 15% de la superficie de la Tierra, debido a que los líquidos pueden absorber la radiación.
"Blumberg espera que al igual que restos arqueológicos, el método sea usado con el tiempo para encontrar fósiles y estructuras geológicas", menciona el artículo de la revista New Scientist. (Especial).

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