Se debe cuidar la sensibilidad de la piel

A la hora de hacerse un tatuaje no sólo se debe pensar en elegir un diseño original y especial, que no canse en los próximos años. Además de buscar resultados estéticos y artísticos, hay que tener en cuenta también la sensibilidad de la piel, lo que implica tomar ciertos recaudos. Si bien algunos "valientes" sostienen que los pinchazos duelen sólo al principio, luego representan sólo una ínfima molestia, los expertos afirman que los tatuajes suelen resultar dolorosos y que la etapa posterior, la de cicatrización, puede presentar complicaciones.

Complicaciones
En primer lugar, los médicos recomiendan estar atentos a las reacciones alérgicas que pueden producir los tatuajes. Pero existen otras complicaciones, relacionadas con la calidad del trabajo, como la aparición de desórdenes cutáneos y de cicatrices queloides. En casos extremos, una infección mal curada puede generar gangrenas.
Para evitar problemas, tanto médicos como tatuadores sugieren que se lave el área tatuada con agua y jabón antiséptico, se la mantenga vendada y no se la exponga al sol.
Los expertos señalan que cada sector del cuerpo tiene una sensibilidad diferente y que algunos duelen más que otros, tanto en el momento en que se realiza el tatuaje, como en los días posteriores. El abdomen, los genitales y el rostro lideran la lista de las zona más sensibles. No obstante, son muchos los que no se amedrentan ante estas advertencias y deciden sacrificarse por unas horas, según los detalles y el tamaño del diseño, para llevarse en la piel la estampa deseada.


Mucha gente se cansa del tatuaje, y eso suele ocurrir a los tres años. Si se llega al aburrimiento -o incluso al hartazgo- por mirar el mismo dibujo, en el mismo lugar, durante mucho tiempo, ahora hay solución. Y nada tiene que ver con el ocultamiento por medio de una prenda conveniente. Si el nombre de un amante de antaño está grabado en la piel, aunque ya no en el corazón, es posible removerlo y dejarlo, de una vez y para siempre, en el olvido. Claro que no se sale totalmente indemne del trámite.
Existen varias alternativas para eliminar un tatuaje. Si es pequeño y lineal, como un nombre, puede hacerse una escisión y luego una pequeña sutura. El tatuaje queda reemplazado, de esta manera, por una pequeña cicatriz. Si el tatuaje es más grande, más complicado resulta sacarlo. La alternativa, en estos casos, es hacer una resección y luego, un injerto de piel. Se debe tener en cuenta que ello implica todos los riesgos de una intervención quirúrgica.

Todo depende del color
Según los expertos, el sistema más conveniente para sacar un tatuaje es utilizar láser, aunque esto no deja de implicar algunos riesgos. El láser penetra en la piel y destruye las partículas de color, con lo cual la tinta se fragmenta y se va disolviendo.
Algunos colores son más sencillos de borrar, como el negro o el azul; con el verde y el rojo resulta más complicado. Esta dificultad proviene de las sustancias de las que están compuestas las tintas. Los verdes son muy resistentes porque en la composición hay dióxido de titanio, un pigmento blanco que se utiliza en la fabricación de pinturas y lacas. Expertos aseveran que algunos colores pueden no salir nunca.

Hasta 12 sesiones
La cantidad de sesiones de láser necesarias depende del tatuaje y del operador. Si se trata de un tatuaje no profesional, con tres o cuatro sesiones basta. Si el trabajo es de mayor envergadura, pueden llegar a ser necesarias entre 10 y 12. Entre sesión y sesión se debe respetar un intervalo que oscila entre las cuatro y las seis semanas, por lo que eliminar totalmente un tatuaje lleva su tiempo. Además el láser es también una agresión al cuerpo.
No cualquier profesional realiza estos trabajos debido a que implican una gran responsabilidad. Además, el sistema es costoso, y no se debe olvidar que no es completamente efectivo ya que algunas tintas no pueden removerse.


- La palabra tatuaje proviene de la palabra inglesa "tattoo", que a su vez proviene del término samoano "tátau", que significa marcar o golpear dos veces. Los marineros que encontraron a los samoanos quedaron fascinados por sus tatuajes. Equivocadamente tradujeron la palabra "tátau" como tatuaje.
- Los guantes, las agujas y las tintas deben ser estériles y descartables, para prevenir enfermedades como el HIV y la hepatitis C. La caja debe ser abierta en presencia del futuro tatuado.
- Es preferible usar tintas vegetales y no minerales.
- Si hay equipos que no pueden ser descartables deben esterilizarse en autoclave (un aparato de calor). No alcanza el lavado con alcohol.
- Los días previos al tatuaje conviene aumentar en la dieta la proporción de frutas y verduras, además de tomar mucha agua para hidratar la piel.
- Siempre se debe lavar la zona con jabón antiséptico para prevenir infecciones.
- Una vez realizado el trabajo debe vendarse la zona hasta que desaparezca la hinchazón; limpiar la zona con jabón neutro y agua tibia.