Los vecinos de Floresta viven aterrorizados por la inseguridad

Aseguran que cada vez que salen a la calle, corren serios riesgos. Coinciden en que los ladrones son de las villas de la zona, especialmente del "Triángulo".

27 Enero 2007
El ruido de disparos, las corridas y los gritos de víctimas de asaltos ya son comunes para los vecinos de Floresta. En este barrio dos personas fueron heridas el jueves durante un atraco a una sucursal del banco Macro, ubicado en avenida Colón y General Paz. A dos cuadras del lugar, en avenida Colón 677, el comerciante Marcelo Roccuzzo fue baleado en la cabeza mientras se encontraba en su negocio, el viernes 19. Roccuzzo murió dos días después. "Por supuesto que hay inseguridad", dijo, atemorizada, la empleada de una peluquería ubicada frente al comercio de Roccuzzo. "No pretendás que te demos los nombres", agregó un cliente. "Identificar a un testigo es exponerlo a que lo maten", aseguró el hombre, de 75 años. "Ya me asaltaron con armas una vez en Colón y La Madrid. Vivo solo y muerto de miedo todos los días", concluyó.
Al lado de la peluquería, al mediodía, Gladis Bernechet, de 80 años, aseguraba su portón con cadenas y candados. "Para estar tranquila debo encerrarme. Aun así, sigo teniendo miedo", señaló.
En Colón al 400, un comerciante de 40 años contó que ya fue víctima de varios atracos. "La última vez fue a las 7.15. Entraron y me pusieron un revólver en la cabeza. Por la inseguridad dejamos de abrir temprano. Hasta los panaderos y distribuidores vienen más tarde por miedo a que los asalten", señaló. Una clienta y vecina de Floresta, Cristina, de 52 años, contó: "en mi cuadra decidimos pagar vigilancia privada porque ya no se puede vivir. A mi hijo de 19 años le pusieron una pistola en la cabeza y le quitaron la bicicleta, en Colón al 600", dijo la mujer, quien aseguró que los asaltantes son jóvenes procedentes de las villas de la zona, especialmente del "Triángulo".

Enrejados
Natalia Aranda, de 28 años, encargada de un almacén ubicado a una cuadra del banco, en La Madrid y Colón, contó que tuvieron que enrejar el negocio debido a los constantes asaltos sufridos. "A mí ya me asaltaron dos veces. En la esquina hay una parada de colectivo, y todos los días pasan motociclistas que les arrancan las carteras, cadenitas o celulares a los que están parados", comentó la joven.
"La zona es insegura. No podés estar parado en la vereda de tu casa, ni dejar la puerta abierta", dijo Juana Rosa Caro, de 49 años, quien se crió en Floresta y ahora es empleada de una doctora en General Paz al 2400. "Un día la doctora llegó en el auto, y unos tipos le dieron una puntada en el estómago sólo para sacarle la cartera", relató. "No se puede ni salir al almacén, porque te sacan la plata de la mano. Y la gente, por miedo, no quiere denunciar", agregó la mujer.
"No podés dejar las casas solas porque las saquean", dijo Miguel Castillo, de 40 años, quien vive en Colón al 500. El hombre contó que tiene tres hijos adolescentes. "No los puedo dejar ni que vayan a bailar", agregó.


Más de 10 denuncias por día

"Contamos con sólo una camioneta y dos motocicletas. A pesar de que tenemos el apoyo de Patrulla Urbana, de unidades del Comando Radioeléctrico y del operativo Control Vehicular, los móviles no alcanzan", dijo el jefe de la comisaría 3a, comisario principal Hugo Sánchez. Su jurisdicción comprende los barrios Floresta, Ciudadela, 24 de Septiembre, Bancario, Parque Batalla de Tucumán, entre otros. También están a cargo de villas como "El Triángulo", "El Triangulito", "El Piolín" y "El Tuquito". "Por día se reciben entre 10 y 15 denuncias. Los fines de semana se incrementan", señaló el comisario, quien agregó que igualmente muchos delitos no se denuncian. "La gente dice que la Policía no hace nada y que la Justicia no resuelve los casos", explicó Sánchez. "La gente pide una respuesta inmediata que lamentablemente no se puede dar", dijo el comisario. En la comisaría hay 30 policías dedicados exclusivamente a los patrullajes.





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