El infarto de Pinochet causó conmoción

El infarto de Pinochet causó conmoción

El agravamiento de la salud del ex presidente de facto chileno generó expectativas a nivel internacional, pero sobre todo en su país. El militar se encuentra bajo arresto domiciliario por violación a los derechos humanos. Tiene 91 años. Padece edema pulmonar.

ULTIMAS HORAS. Pinochet necesitaba ayuda para desplazarse. (Arriba) Familiares del dictador, en el hospital. (Abajo) Pinochetistas salieron a la calle. FOTOS REUTER ULTIMAS HORAS. Pinochet necesitaba ayuda para desplazarse. (Arriba) Familiares del dictador, en el hospital. (Abajo) Pinochetistas salieron a la calle. FOTOS REUTER
04 Diciembre 2006
SANTIAGO.- En el Hospital Militar de Santiago el dictador chileno Augusto Pinochet libraba anoche una solitaria batalla contra la muerte, sin las manifestaciones masivas de apoyo ni de repudio que conoció en otros tiempos, acompañado de familiares y escasos partidarios.
El repentino riesgo de vida de Pinochet provocó expectativas y repercusiones a nivel internacional. En Chile, donde los 17 años de gobierno de facto dejaron una sociedad dividida entre defensores y detractores del militar golpista, las antinomias volvieron a aparecer.
Pinochet, de 91 años, sufrió ayer un infarto cardíaco y un edema pulmonar. El médico Juan Ignacio Vergara informó que una junta médica determinará en las próximas horas el procedimiento que se seguirá. Por el momento, los profesionales que lo atienden descartaron realizarle una nueva operación luego de la angioplastia que se le practicó ayer por la mañana, en el Hospital Militar de Santiago, donde permanece internado. Allí recibió la extremaunción, el sacramento que la Iglesia Católica entrega a los enfermos con riesgo de muerte, confirmó el vocero de la familia, general retirado Guillermo Garín.
Vergara comentó que Pinochet siempre ha estado consciente y ha respirando por sí mismo, pero admitió que su situación es complicada por otros factores, como la diabetes, un problema de irrigación cerebral y la edad.
"Estamos en las manos de Dios y de los médicos", dijo, por su parte, Marco Antonio Pinochet, el menor de los cinco hijos del ex presidente de facto, que estaba junto a su madre, Lucía Hiriart, y otros familiares en el hospital.
El gobierno de la presidenta Michelle Bachelet sigue de cerca la evolución de la salud del dictador, pero declinó pronunciarse sobre las decisiones protocolares que adoptará ante su eventual deceso. "Es de mal gusto hablar de funerales cuando las personas están con vida", dijo el secretario general de Gobierno, Ricardo Lagos Weber, ante consultas de la prensa.
Pinochet sufrió el infarto en su residencia del barrio La Dehesa, donde cumple un arresto domiciliario por una acusación de violación a los derechos humanos. Desde allí fue trasladado en ambulancia y con custodia policial al hospital.

El informe
En el nosocomio le practicaron una angioplastia que permitió restablecer la irrigación sanguínea. El último parte médico indicaba que la condición de Pinochet era estable. "Se revisó el procedimiento de angioplastia realizado durante la madrugada, asegurando su óptimo resultado. En la actualidad el paciente se encuentra estable dentro de su gravedad y continuará su manejo en la Unidad Coronaria por el equipo especialista tratante, quien, conforme con su evolución, determinará las acciones a seguir", dijo el comunicado oficial del hospital. Se espera otro informe sobre su salud para hoy al mediodía, señaló Garín.
Vergara aclaró que Pinochet todavía se encuentra en estado de gravedad y que las próximas horas serán claves para determinar la evolución de su cuadro. Aun así, la evolución que ha mostrado en las últimas horas ha sido favorable, por lo que el equipo médico descartó realizarle una operación de by pass.
"En un paciente de las características del general Pinochet, por su avanzada edad, hay que evitar por todos los medios llegar a una operación, ya que eso es muy riesgoso", dijo Vergara ante los medios.
"El peligro de muerte ya pasó", indicó el general retirado Luis Cortés Villa, director de la Fundación Augusto Pinochet que agrupa a sus partidarios, mientras su nieto Felipe Pinochet afirmó que el ex presidente de facto está fuera de peligro. En junio del año pasado, Pinochet también debió ser hospita- lizado, pero aquella vez como consecuencia de un infarto cerebral. (AFP-NA-Télam)