

Urgente. Se necesita ministro de Economía. Acercar propuestas a 25 de Mayo y San Martín. Preguntar por Julio Miranda. Este bien puede ser el desesperado aviso clasificado del Poder Ejecutivo.
Joaquín Ferre cerrará hoy su ciclo, iniciado en 1999 de la mano del actual senador José Alperovich. Ferre quiso imprimirle un ritmo propio a su gestión, pero en todos los ámbitos se lo miró como el ejecutor de las ideas de su antecesor. En poco más de nueve meses como ministro, trató de desmitificar eso y terminó envuelto, por la crisis, en cuasi moneda llamada Bocade.
Ayer, en un bar porteño, Miranda y Ferre hablaron a solas. Uno dijo: "me voy"; el otro: "que te vaya bien". Sólo el humo del cigarrillo interrumpía la conversación. El gobernador creyó tener el problema resuelto. Hace dos meses tentó al ex ministro orteguista Raúl Paulino Ríos para que se incorpore a su proyecto. Pero él sólo le acercó propuestas, y le dio un no grande a la pretensión mirandista de sumarlo al elenco inestable de la provincia.
Miranda fue entonces por José Carbonell. Trató de derribar una muralla que él mismo había levantado al preferir a Alperovich antes que al propio Carbonell en la lista confeccionada para las elecciones del año pasado. El ex senador justicialista carga con esa mochila, pero no le importó acompañar -en estos días- al gobernador a cuanta gestión financiera hacía por Buenos Aires.
Las respuestas de la Nación no convencen al mandatario. Tampoco a Carbonell para sentarse en un volcán próximo a estallar. Hoy el abogado transita por el escepticismo frente al desafío de conducir Economía. "Sin fondos, no agarra viaje", dicen en la Casa de Gobierno. Pese a ello, Carbonell sigue siendo el apellido que más suena en el entorno oficial.
Entre acuerdos y frentes
La mentada oxigenación del gabinete hoy no tiene como finalidad la renovación de cuadros políticos, sino la incorporación de hombres y mujeres que estén dispuestos, como kamikazes, a enderezar una gestión que se cae a pedazos. El gobernador ya no muestra signos de fortaleza y se vio casi obligado a estrechar filas con la diputada Olijela Rivas. A ese acuerdo se lo llamó de unidad partidaria, pero sólo se trata de gestos políticos. Nada más. Porque mientras Miranda no deseche la posibilidad de que Alperovich sea el candidato a gobernador por el PJ, la profesora no avanzará más allá. Es posible que el ex ministro, ante este tablero, se incline por conformar alianzas electorales. En noviembre habría novedades. Dentro de las mismas filas del PJ histórico también hay desencantados por la unión Miranda-Rivas, ya que, según ellos, no están contenidos en ese proyecto.
A la luz de los hechos, los cambios -si los hay en demasía- no sólo deben focalizarse en nombres, sino también en planes, porque hasta ahora hay una suerte de parálisis oficial.
* Los empresarios quieren una efectiva operatoria FET y no cheques diferidos a 60 días para cobrar viejas deudas por el canje de los benditos bonos.
* Los padres piden que sus hijos tengan un digno ciclo lectivo, sin más paros por falta de pago.
* Todos los tucumanos siguen reclamando seguridad, salud y una gestión transparente.Esos programas -con soluciones- también deberían exigirse en el aviso clasificado oficial.







